Es algo de lo que está convencida Pilar Vila-Sanjuán, monja barcelonesa, directora del colegio de Jesús y María de Lahore, en Paquistán. El articulo-entrevista se puede leer en el periódico de hoy en "ABC".
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… El mayor de mis desafíos es conseguir la convivencia entre la minoría cristiana y los musulmanes en este país…
Creo que los musulmanes y los cristianos podemos vivir juntos mientras haya respeto. Estoy convencida de que mis niñas defenderán la tolerancia y los derechos humanos. De las 2000 estudiantes, 750 son cristianas y el resto musulmanas. Algunas son budistas. Unas son ricas y otras pobres. Tenemos niñas con problemas psíquicos. Todas visten igual y reciben la misma educación. El contacto entre ellas las hará más tolerantes. Las educamos en valores como la justicia, el perdón, la tolerancia y la compasión. No se obliga a nadie a rezar. Las niñas musulmanas recitan el Corán y las cristianas la Biblia…
Y es que cada vez somos más intolerantes. Por ejemplo, la ley de la blasfemia… Mientras, Asia Bibi, la cristiana condenada a muerte por blasfemia contra Mahoma, se cocina su propia comida en la cárcel por miedo a que la envenenen. Esta ley no tiene sentido… Si los cristianos somos tan pocos, menos de tres millones de los 170 millones de paquistaníes ¿por qué les damos tanto miedo? ¿qué temen?
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