domingo, 13 de febrero de 2011

LIBERTAD Y DIGNIDAD

En clase he comentado que de lo que está ocurriendo en los países árabes se pueden sacar conclusiones que nos llevan a apoyar la tesis “a favor” del encuentro entre culturas. Es frecuente leer artículos que sostienen que el deseo de libertad y el reconocimiento de la dignidad son aspiraciones universales, en contra de aquellos que opinan (tal es el caso de S. Huntington) que son valores de una determinada civilización, la occidental.
El resumen que hoy reproduzco lo es de un artículo de Timothy Garton Ash, publicado en "El País". Lleva como título “Acertar con los pasos siguientes en Egipto”. Tiene fecha del 12 de febrero.
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...Una correosa víctima de esta revolución de cuya muerte deberíamos alegrarnos, es la falacia del determinismo cultural, y en concreto la noción de que los árabes y los musulmanes no están preparados para las libertades, la dignidad y los derechos humanos. Su “cultura”, nos aseguraban Samel Huntington y otros, les programaba para otra cosa… Todavía es posible que, al final, las cosas salgan terriblemente mal. Pero la idea tan condescendiente de que “eso nunca podría ocurrir allí” ha quedado refutada en las calles de Túnez y El Cairo…
(…)
… l o que caracteriza a una nueva revolución es la aparición de algo auténticamente nuevo, por un lado, y, por otro, el regreso de un principio humano universal que había estado reprimido.
Es nuevo, en El Cairo en 2011, que los árabes y musulmanes se manifiesten en masa, con valentía y (en general) disciplina pacífica, en defensa de la dignidad humana y contra los gobernantes corruptos y represores…
Lo viejo en este Cairo de 2011 –tan viejo como las pirámides, tan viejo como la civilización humana- , es el grito de los hombres y mujeres oprimidos, que vencen la barrera del miedo y viven, aunque sea de forma pasajera, la sensación de libertad y dignidad…

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