domingo, 13 de diciembre de 2009

José Antonio Marina

JOSÉ ANTONIO MARINA

Es catedrático de Filosofía. Impartió docencia en un Instituto de Madrid. Actualmente se dedica a muy variadas actividades: escribir libros (muchos), dar conferencias (muchísimas), a crear una Universidad de Padres, a movilizar a todo un pueblo para que se implique en la educación, a cultivar hortalizas..
Me atrevería a asegurar que de todas las actividades citadas las que más le satisfacen son las tres últimas. Y no es porque sienta animadversión o desprecio por la teoría, es que una teoría, pensará, para ser buena teoría, ha de ser “práctica”; es decir, tiene que resolver los problemas.
Uno de esos problemas por el que siente más interés es el de la educación. Marina repite hasta la saciedad un dicho africano, “para educar a un niño hace falta toda una tribu”. Con ello quiere decir que la educación no es una tarea que sólo competa a los padres y profesores, sino a toda la sociedad: instituciones, profesionales, medios de comunicación, y a todo aquel que tenga algo que enseñar. De ahí procede ese interés por la implicación de los padres en la educación de sus hijos (la Universidad de Padres) y la implicación de todo un pueblo en la formación de los jóvenes.(que yo sepa en Alcalá de Guadaira, ignoro si la experiencia se está realizando en otros lugares).
Marina es una persona optimista. Está convencido de que los problemas pueden solucionarse. Es cuestión de ponerse a ello con perseverancia. También es optimista en su visión de la historia. Ésta, no es sólo la narración de las guerras y otros conflictos violentos, sino también la conquista lenta, dolorosa a veces, de formas de vida más humanas.
En una entrada anterior os hice referencia a un libro de J. A. Marina, La lucha por la dignidad, escrito en colaboración con una jurista, María de la Válgoma.Hoy reproduzco unas líneas de ese libro que vienen precedidas del siguiente título:

!AY, EL PROGRESO!
… ¿Cómo se va a hablar de progreso si el siglo XX ha sido el más cruel de la historia? ¿Ha habido realmente un progreso moral?...
… Vamos a señalar tres criterios para afirmar que una situación, una institución o un modo de vida constituye un progreso:
1)Cuando satisface más plenamente que otra las aspiraciones justificables de todos los seres humanos, por ejemplo, sus deseos de autonomía, de seguridad, de libertad.
2)Cuando ningún ciudadano que la haya experimentado y esté libre de miedo o de superstición desearía perderla. Cuando la gente está atemorizada, prefiere no ser libre. Busca a cualquier precio la seguridad que le proporciona un líder o una creencia firme.
3)Cuando su negación o pérdida conduce al terror. La negación de las garantías procesales en los países bajo dictadura es un buen ejemplo.
Vamos a señalar algunas líneas de progreso que nos parecen innegables:
Primera: Es un progreso conseguir una situación económica y técnica que asegure la supervivencia de una población, poniéndola a salvo de hambrunas, epidemias y plagas.
Segunda: Es un progreso el paso de la esclavitud a la abolición de la esclavitud.
Tercera: Es un progreso el paso de la responsabilidad objetiva a la responsabilidad personal, consciente y voluntaria. (¿Quién querría ser castigado por una falta cometida por un vecino o un antepasado?).
Cuarta: Es un progreso el paso de un régimen de estatus a un régimen de contrato.
Quinta: Es un progreso el paso de la indefensión jurídica a las garantías procesales.
Sexta: Es un progreso el paso de la tiranía a la democracia.
Séptima: Es un progreso el paso de la compasión y el respeto limitado al grupo a una compasión y respeto universal.
Octava: Es un progreso el paso de la magia a la ciencia y el paso de la creencia coaccionada a la libertad de conciencia.

Marina, J. A., La dignidad humana. Madrid, 2000, págs. 312-314.


NOTA: No me he olvidado de que tengo pendiente la segunda parte de la anterior entrada.

martes, 8 de diciembre de 2009

LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA: UN EJEMPLO DE PROGRESO MORAL

LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA. UN EJEMPLO DE PROGRESO MORAL

Es probable que el título de esta nueva entrada le sorprenda a algún despistado. ¿Qué tiene que ver la moral o la ética con la política?, se preguntará. No olvidéis que mi intención con este artículo, al igual que con todo lo que introduzco en el blog no es sino ayudaros a que realicéis un buen debate y no a complicar un tema ya de por sí bastante complejo.

Se suele tener una opinión equivocada de lo que es la política. Algo así como aquello a lo que se dedican los políticos, entendiendo por tales unos profesionales que se ocupan de las leyes, de aprobarlas o rechazarlas (Parlamento) o hacerlas cumplir (Gobierno). La percepción que los ciudadanos tienen de estos profesionales ya sabemos que es pésima. Hoy los políticos son sospechosos de corrupción y de ambición desmedida de poder.Se lo están ganando a pulso.

Repasemos lo estudiado en clase. El término “político” procede de la palabra griega “polis” que significa “ciudad”. Así pues, etimológicamente hablando, político es el que vive en la ciudad, el ciudadano. En una democracia, en tanto que este régimen político se asienta en la participación de los ciudadanos , el significado etimológico de político = ciudadano es, además, real. Así pues, todos somos políticos.

En la clase de EPC, en el texto de J.A. Marina hemos leído que la política es “el arte y la ciencia de organizar la convivencia social. Pretende alcanzar el bien común mediante las leyes y las instituciones...” Concreta, más adelante, que uno de los objetivos de la ética es alcanzar la felicidad política, entendiendo por tal “... una situación en la que desearíamos vivir siempre, porque nos ayuda, nos protege, nos permite llevar a cabo nuestro proyecto personal de felicidad (que es el otro objetivo de la ética)”. El gran proyecto ético de la humanidad es construir la casa común que presidida por la justicia nos permita ser felices y vivir con dignidad.

Esta larga introducción la creía necesaria para que vierais la conexión entre la ética y la política. Ciertamente no todos coinciden con esta opinión y hay quien afirma (desde Maquiavelo hasta el momento presente) que ética y política son ámbitos distintos porque tienen objetivos distintos. No es el momento de entrar en esta disputa. Ya es hora de explicar el título de este artículo.

El 6 de diciembre de 1978 es aprobada en referéndum la actual Constitución Española por el 87,87% de la población. Fue la culminación de un largo proceso que tuvo dos fases. La primera, que se inicia con la muerte de Franco (1975) dedicada a desmantelar las instituciones franquistas (J. Pérez Royo, en su manual de Curso de Derecho Constitucional, titula esta fase como “ voladura controlada del régimen franquista”). La segunda fase es aquella en la que se van tomando medidas en la dirección de un régimen democrático. Un momento imprescindible de esta etapa será la creación de una Ponencia encargada de elaborar el Anteproyecto de la constitución.

La Ponencia estaba integrada por representantes de diferentes partidos políticos: de centro, de derechas, de izquierdas y nacionalistas. Algunos habían formado parte del régimen de Franco, otros habían militado en la oposición al régimen. Uno de estos ponentes, Jordi Solé Tura, ha muerto hace unos días. Representaba al partido comunista. Reproduzco algunas opiniones de otros ponentes que leí en El País del sábado 5 de diciembre.

“Su hombría de bien, su sencillez, su tolerancia, su respeto a todas las posiciones le hicieron siempre acreedor a la consideración de todos. Era una persona buena, inteligente. Nunca olvidaremos sus amigos y compañeros su gran aportación al desarrollo democrático de su país” (Gregorio Peces Barba, ponente de la Constitución por el PSOE).

“La memoria de un hombre de indudable valor intelectual, capaz de apreciar aquello mismo con lo que discrepaba... Un hombre sencillo... tolerante cuyo radicalismo ideológico no le llevaba jamás a enfrentamientos y descalificaciones... Aportó a tales tareas (democráticas) el caudal de su innegable legitimidad como oposición, las amargas experiencias de la derrota y del exilio...”

“Quienes vivimos aquella experiencia histórica (se refiere a las múltiples reuniones que tuvieron para elaborar el Anteproyecto de la Constitución) … no podemos ni queremos dejar de recordarla
como tarea común. Tan común que todos la terminamos más amigos que al iniciarla” (Miguel Herrero de Miñón, ponente de la Constitución por UCD)

“Militante de la resistencia antifranquista conoció el exilio, la cárcel, la expulsión de la Universidad y toda una larga serie de incidentes en su camino vital que le hubiera permitido instalarse en el más agrio y justificado de los resentimientos” (Miquel Roca, ponente de la Constitución por CIU).

Quisiera destacar de lo que dicen quienes fueron sus oponentes políticos lo siguiente: Todas las opiniones coinciden en afirmar que Jordi Solé Tura fue un hombre tolerante. La tolerancia es un valor sin el cual sería imposible la democracia. Además, quiero resaltar una cualidad que, aunque no expresa sí está implícitamente en las opiniones reproducidas, su enorme generosidad. Y ello teniendo en cuenta que, como dice Miquel Roca haciendo referencia a su trayectoria vital “... le hubiera permitido instalarse en el más agrio y justificado de los resentimientos”.

La generosidad fue una virtud común a todos los ponentes, los de un lado y de otro. Sólo así fue posible construir la casa común que ampare a todos los españoles. No olvidar las palabras de Herrero de Miñón: “...todos la terminamos más amigos que al iniciarla”

NOTA. Me está saliendo más extenso de lo previsto. Completaré esta entrada en una segunda parte.
Saludos.

jueves, 26 de noviembre de 2009

ESO QUE LLAMAMOS PROGRESO

En la primera entrada de este blog (y de este tema) nos decía José A. Marina que el criterio en que basarnos para saber si ha habido progreso moral era la historia de los derechos humanos; es decir, si hay avances o retrocesos en su aplicación. En esta línea os resumo un artículo de prensa firmado por Consuelo Crespo, presidenta de Unicef Comité Español. Ya sabeis que el ámbito de actuación de esta organización es la infancia.

"... Se cumplen 20 años desde la Convención de los Derechos del Niño(CDN), adoptada por unanimidad por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1989. Es el tratado internacional más ratificado de la historia y recoge los derechos fundamentales de las personas menores de 18 años.
... En 20 años se han dado pasos de gigante: la motalidad infantil descendió en un 28%, pasando de 12,5 millones de niños menores de cinco años muertos en 1990 a 8,8 millones en 2008. Es un claro ejemplo de avance, aunque la situación aún es inadmisible.
Entre las múltiples causas de mortalidad infantil están las relacionadas con la malnutrición. Una realidad que, en pleno siglo XXI, produce escalofríos y que no sólo existe, sino que ha crecido. El aumento del precio de los alimentos y la crisis mundial han agravado la tragedia de aquellos que viven en crisis permanente. Sin olvidar que cerca de nosotros también hay niños en riesgo de pobreza y exclusión, sea por su origen inmigrante, por el impacto de la crisis o por otros motivos.
... Hemos alcanzado cotas de bienestar y desarrollo tecnológico nunca imaginadas. Y se han registrado grandes progresos en derechos de la infancia, hay soluciones para cada uno de los problemas, y aplicándolas se salvan vidas -literalmente-, pero todavía la brecha entre este mundo y el que debería y puede ser es inmensa. Es necesaria la voluntad política.
Detrás de cada cifra se esconde un rostro, una mirada... Si fuéramos capaces de observar esa mirada y escuchar con avaricia su mente y su corazón, podríamos evolucionar mejor como seres humanos, desarrollar nuestra dimensión universal y abrirnos realmente al mundo: podríamos recuperar los valores que en nuestra alocada carrera hacia eso que llamamos progreso dejamos en el camino.
Nos daríamos cuenta de que manteniendo esta situación impedimos el avance de toda la humanidad, porque la verdadera medida del progreso es la forma en la que viven los niños".

lunes, 23 de noviembre de 2009

SOCIEDAD TECNIFICADA Y GÉLIDA

El escritor y periodista Antonio Gala firma este artículo escrito en marzo de 1994, en el suplemento dominical de EL PAÍS. No, no me he confundido. Por aquel entonces publicaba en este periódico. Es, como vais a leer, un artículo pesimista (¿o realista?) sobre el momento presente. Os hago un resumen.

... Hablamos de progreso sin saber lo que es. Ortega entendió que no consiste en un aumento cuantitativo de ideas o cosas, sino en la creciente intensidad con que percibimos media docena de misterios cardinales y peremnes...
Hoy la protagonista de la Historia es una sociedad tecnificada y gélida, que predica la paz al tiempo que exaspera las agresividades más recónditas... que promete futuros paradisiacos mientras se desarrolla en el presente más desolador; que ha endurecido al hombre de tal modo que ni él mismo, tan mutilado se halla, percibe su dureza; que manipula al individuo como medio de producción en lugar de mejorarlo como destinatario; que lo objetiva hasta tal punto que, más que sujeto, se transforma en objeto de consumo; que planifica, además de su trabajo, su vacación, su libertad, su amor y su cultura.
... ¿Continuaremos progresando, cada vez con más prisa, en la misma dirección extraviada? ¿No detendrá, por fin, el calamitoso estrés, que es el pago y el sello que imprime sobre nosotros la sociedad... Y tal estrés no sólo es inútil, sino repugnante a nuestra condición de criaturas libres... causa las neurosis de las grandes ciudades; nos conduce, con su dolorosa anestesia al desastre...
...Según Konrad Lorenz, uno de los ocho pecados del hombre de nuestra civilización es el embotamiento de la conciencia, la abdicación. Nuestra capacidad para experimentar alegría, entusiasmo, vehemenica, anhelo de superación, heroicidad, está ya prácticamente destruida.
...¿Qué más tecnologías, que más vehículos, qué más artificios, qué más vanidades necesitamos los hombres para satisfacer nuestro destino de hombres? ¿Qué sociedad hemos construido que descarga sobre nuestras espaldas, no dispuestas para ello, tanto peso, tanto desquiciamiento, tanta alteración, tanto aire irrespirable? Una comedia musical americana de hace tiempo se tituló "Que detengan el mundo, que me apeo". A mí me gustaría oíros a vosotros decir en voz muy alta: "Vamos a detener este mundo. Vamos a desengrasarlo y a limpiarlo. Vamos a sembrarlo de ilusiones...

lunes, 16 de noviembre de 2009

¿BROTES VERDES? OPTIMISTAS

Hace unos días comía con unos amigos, unos buenos amigos, de esos con los que te sientes libre para discrepar. No paraban de criticar; que si estamos en una sociedad estúpida, que si vamos de mal en peor, que si estamos en el peor de los mundos posibles... Protesté enérgicamente (demasiado enérgicamente, con perdón). Y es que por mi mente se cruzaba el tema del debate.
Soy consciente del mal momento que estamos pasando,pero como suele decirse, el árbol que tenemos delante no nos puede ocultar el bosque. El bosque al que me refiero son los derechos de los que gozamos actualmente. Uno de ellos es el derecho a la salud. No es este derecho algo abstracto, sino algo tan tangible como, en algunos casos, poder seguir viviendo.
Tengo delante de mí un artículo de El País (15-11-09), cuyo título es "A la búsqueda de órganos". En él se hace referencia a los trasplantes de órganos llevados a cabo en Andalucía : corazón, pulmón, riñones... gracias a los cuales algunas personas siguen viviendo y otras han mejorado considerablemente su calidad de vida.
No voy a reproducir el artículo del diario, para mis propósitos me basta destacar los datos siguientes:

"Desde que hace 30 años se hiciese el primer trasplante de riñón en Andalucía, se han contabilizado 4.000 familias donantes que han permitido realizar 10.000 trasplantes de órganos y 25.000 de tejidos"

"Hoy, de cada diez familias que tienen la opción de donar, ocho dan su consentimiento".

"En los siete primeros meses de 2009 ha habido 177 donaciones de donante fallecido y 27 de donante vivo, todas ellas de riñón. Son el 11% más que en el mismo periodo que en 2008".

"Esta cifras suponen 37 donantes por millón de habitantes, el doble que la tasa media anual en la Unión Europea".

No dispongo, en estos momentos, de los datos a nivel nacional, pero creo que son similares a los aquí reproducidos o levemente mejores. Por tanto, que no se me acuse de que estoy haciendo apología de la Junta de Andalucía. Lo que pretendo destacar son dos cosas: En primer lugar, la generosisdad de los españoles (algún necio pensará: qué más da si el donante está muerto). Y en segundo lugar, ¿han pensado Uds. que la costosísma operación del trasplante de órganos y su reimplantación se lleva a cabo en personas de las cuales se ignora su nivel económico?
Esto es, sin ninguna duda, progreso moral.

jueves, 12 de noviembre de 2009

EN MANOS DEL MAL (CONTINUACIÓN)

... Los atentados del 11-M nos dieron una cruel lección sobre lo que es el Mal (los que lo cometieron) y lo que es el Bien (los cientos de héroes anónimos que hubo aquel día). Y unos y otros eran tan humanos como nosotros.
En esa línea abunda el psiquiatra Luis Rojas Marcos al decir:"Sospecho que la maldad continuará conmocionando nuestras vidas. Pero no tiene sentido ignorar que la bondad y la compasión son atributos naturales básicos de los seres humanos. La prueba está en que nuestra especie no sólo perdura sino que evoluciona continuamente para mejor. Si miramos a nuestro alrededor, la inmensa mayoría de los hombres y las mujeres, mayores y pequeños, conviven solidariamente convencidos de que el mejor negocio es el bien común". El médico afincado en Nueva York, autor de libros como "Convivir" piensa que "las semillas de la maldad no forman parte de nuestros instintos ni se transmiten genéticamente. Se siembran en la infancia y crecen estimuladas por las fuerzas crueles del entorno hasta llegar a formar parte inseparable del carácter del adulto"...
EL PECADO ORIGINAL
... Bill Leonard dice que "desde una perspectiva religiosa, católicos y calvinistas creen que el potencial de hacer el mal es inherente a la raza humana, nacida del pecado original y la absoluta depravación recibidos por cada nuevo ser en el momento de la concepción. Pelagio, pensador del siglo IV, sostiene una visión más optimista
y hace hincapié en la capacidad de cada individuo de evitar el mal haciendo uso del libre albedrío". El pastor Leonard recalca que "paradógicamente, la sociedad postmoderna identifica el mal a cada vuelta del camino, pero al mismo tiempo ofrece múltiples razones para explicarlo o justificarlo. Al final, quizá lo mejor que podemos hacer es celebrar las ocasiones en que el mal concreto es derrotado. En EEUU, el fin de la esclavitud y la segregación que defendía Jim Crow representa una pequeña pero sólida prueba de que algunas formas del mal pueden ser vencidas".

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El mal existe

Rebuscando entre mis papeles, me encuentro con un artículo de prensa publicado en el
ABC, con fecha 11-03-09. Lo firma Alfonso Armada. Su título es "En manos del mal" y el subtítulo "Un rasgo "muy" humano". Está escrito a los seis años de la matanza de Atocha. El diario quiso recordar este terible acto terrorista con la publicación del presente artículo. Como vais a leer es una reflexión sobre la maldad humana. Si el articulista se presentara al debate y pudiera defender la tesis que él considera más aceptable (si hemos progresado o no moralmente), supongo, por lo que he deducido, que la cosa quedaría en tablas, dado que, piensa el autor, el mal es inherente a la naturaleza humana. Como la naturaleza humana no cambia, tan malo puede ser el hombre de hoy (independientemente del país o cultura a la que pertenezca) como el hombre de otras épocas anteriores.
Dado que el texto es algo largo y denso,aunque os haga un resumen, lo voy a dividir en dos partes.Hoy os entrego la primera. Vale la pena que os esforceis en su lectura.


EN MANOS DEL MAL
UN RASGO "MUY" HUMANO
El mal nos acompaña, forma parte del tejido del mundo, de la naturaleza humana. En la introducción a "El trauma alemán. Testimonios cruciales de la ascendencia y caída del nazismo", Gitta Sereny evoca cuándo se dio cuenta del "impacto del desprecio de la ideología nazi por los seres humanos". Ese desprecio necesario para matar, para exterminar, sin conciencia de hacer el mal, o sin que esa conciencia inhiba al asesino, al terrorista, al fanático, al militante, al torturador. Por eso lo que suelen hacer los agenetes del mal es deshumanizar a sus víctimas, convertirlas en cucarachas, en objetivos "legítimos", como hace ETA, en seres inferiores, como hacen los talibanes a las mujeres... Confiesa Sereny que su motivación se ha basado siempre... "en la curiosidad por descubrir qué es lo que lleva a los seres humanos a caer, con tanta frecuencia y tanta facilidad, en la violencia y en la inmoralidad". Sus horrendas exhibiciones de fuerza están por todas partes, y la de la mañana del 11 de marzo de 2003 en Madrid conmovió hasta los tuétanos por su cercanía, su ferocidad y su carácter indiscriminado. Al ensañarse con los inocentes, abruma y, a menudo, nubla la razón. Conviene preguntarse por su naturaleza una vez establecida la certeza de que, como advierte el general Vicente Díaz de Villegas, que estuvo al frente de las fuerzas de la ONU en el Congo, "el mal existe y el que diga otra cosa es que es tonto".
... Algunas características del mal público del presente podrían ser la mayor escala de su producción, su dependencia de la técnica o la implicación de más gente, ya sea como cómplices o como espectadores desentendidos. Pero lo más grave sería que, dado el relativismo cultural y moral reinante, ese mal no provocara una firme actitud que lo condene sin reservas... Acerca del concepto ideado por Hannah Arendt (se refiere a la "banalidad del mal"), Aurelio Arteta piensa que... la banalidad del mal " no significa que su daño sea desdeñable ni tampoco que sean estúpidos los propósitos últimos de sus inspiradores. Lo banal estriba en la desproporción entre los motivos de quienes lo ejecutan y la enormidad de los daños causados; en la inconsciencia con que a menudo se llevan a cabo...
CONSUSTANCIAL AL CORAZÓN
Abre juego el filósofo José Luis Pardo con el autor de "La paz perpetua": Decía Kant que el mal es al menos tan consustancial al corazón del hombre como el bien. Lo que hace inevitable que podamos ser malos es lo mismo que explica que podamos ser buenos, a saber, que somos libres y que somos mortales. Este es el motivo de que el mal no pueda extirparse de nosotros, porque habría que extirpar al mismo tiempo la libertad y la mortalidad. Esto ya es decir que si hemos de estar especialmente precavidos contra alguna clase de mal será contra ese que consiste en la promesa de que alguien o algo nos liberará definitivamente del mal (es decir de nuestra mortalidad y vulnerabilidad), porque, además de ser una promesa incumplible, nos exige a cambio el sacrificio de la libertad, y sin ella tampoco podemos ya ser buenos ni llevar una vida digna de ser vivida, lo cual nos hace más proclives a justificar el sacrificio de las libertades y de las vidas ajenas.

viernes, 6 de noviembre de 2009

CIUDADANOS DEL MUNDO

Es el título de un libro de una magnífica filósofa llamada Adela Cortina. Del libro, en este momento, me interesa la cuestión que más adelante os reproduzco.
Os hago una introducción.Un relativista moral podría objetar que el tema del debate (si ha habido progreso moral o no) ni siquiera se puede plantear, porque ello supone, tanto si respondemos afirmativa como negativamente, dar por supuesto que hay unos criterios objetivos, únicos, e inmutables, conforme a los cuales juzgamos. Pero como sabéis, un relativista afirma que el valor y la existencia misma de los valores los determina cada sociedad en cada momento. Por consiguiente, lo que en una determinada sociedad está bien considerado o valorado, podría no estarlo en otra... Y sólo podríamos juzgar los comportamientos de aquellos individuos de la sociedad a la que pertenecemos, pero no a cualquier sociedad distinta o anterior a la nuestra.
Para hacer más comprensible lo anterior os pongo un ejemplo. Si, en el momento actual, un individuo defendiera, de veras,la esclavitud,(aunque es difícil de imaginar) nuestro juicio moral sobre él sería muy negativo. Vemos con tanta claridad que la esclavitud es un hecho reprobable que ni siquiera nos creeríamos en la necesidad de justificarlo.
Cambio de época, la Grecia del siglo IV a.C. El gran Aristóteles sentenciará: "el esclavo lo es por naturaleza". Y esto lo dijo alguien que escribió magníficos libros de ética. ¿Pensaríamos que Aristóteles fue un inmoral? No. Pensaríamos que Aristóteles participaba de la mentalidad propia de la época.
El argumento relativista parece tan convincente que, en este preciso momento, casi me siento obligado a deciros: dado que no podemos pronunciar ni una sola palabra sobre el tema, propongo otro distinto.
Es una broma. El debate de este año es el más apasionante de todos los celebrados. Ya os diré, en otro momento, por qué. Ahora, acude en mi ayuda Adela Cortina.


"Aunque los valores sean cualidades reales de las personas, las acciones, los sistemas o las cosas, también es verdad que a lo largo de la historia y en las diferentes culturas hemos ido descubriendo matices diversos en el contenido de cada uno de ellos. Y este descubrimiento progresivo ha despertado, como es obvio, la sospecha de que su valía es relativa a las distintas épocas y culturas, de donde parece concluirse que nada puede afirmarse universalmente en relación con los valores, sino que es preciso atenerse a cada una de las épocas y culturas.
Sin embargo, una afirmación semejante pierde fuerza cuando nos percatamos de que, ciertamente, hay una evolución en el contenido de los valores morales, pero una evolución que implica un progreso en el modo de percibirlos, de suerte que las etapas posteriores en el desarrollo moral entienden cómo los han percibido en las anteriores, pero lo consideran insuficiente. Lo cual significa que la evolución de la moral no es simple cambio, sino progreso, y que volver a etapas anteriores significa no sólo cambiar, sino retroceder. En este punto es sumamente útil la Teoría de la Evolución Social de Habermas, su teoría de la evolución de la conciencia moral de las sociedades, cuya clave consiste en afirmar que las sociedades aprenden no sólo técnicamente, sino también moralmente, y que este aprendizaje va acuñando la forma de conocer de sus miembros, de forma que volver a una etapa anterior significa retroceder.
De la misma manera que la formación de la conciencia moral en el individuo supone, según Kohlberg, un progreso en tres niveles -preconvencional, convencional, postconvenciona (*)- , también la conciencia moral de las sociedades los ha recorrido. Tratándose en ambos casos de ese proceso de "degustación", por el que vamos comprobando qué valores acondicionan mejor nuestra existencia, y sobre todo qué forma de realizarlos, de ponerlos en práctica.
... El relativismo carece, entonces, de base, porque hemos ido aprendiendo al hilo de los siglos, que cualquier ser humano, para serlo plenamente, debería ser libre y aspirar a la igualdad entre los hombres, debería ser justo, solidario y respetar activamente su propia persona y a las demás personas, trabajar por la paz y el desarrollo de los pueblos, conservar el medio ambiente y entregarlo a las generaciones futuras no peor que lo hemos recibido, hacerse responsable de aquellos que le han sido encomendados y estar dispuesto a resolver mediante el diálogo los prblemas que pueden surgir con aquellos que comparten con él el mundo y la vida"
Cortina, Adela. ciudadanos del mundo.

* En clase explicaremos el significado de estos términos.

Termino haciendo un ruego. Este blog se enriquecería muchísimo con vuestra participación. Espero que aportéis vuestras opiniones o que planteéis las dudas que tengais.
Un saludo.

domingo, 25 de octubre de 2009

NUEVO DEBATE. CURSO 2009-2010

¿HA HABIDO PROGRESO MORAL?
Antes de responder a la pregunta es preciso aclarar el sentido de aquello que se pregunta. Si bien el término "progreso" está bastante claro (La RAE da dos definiciones: 1. Acción de ir hacia adelante. 2. Aumento, adelantamiento, perfeccionamiento), no ocurre lo mismo con el término "moral". En este caso lo que el diccionario nos dice no abarca los múltiples significados que tiene y ha tenido a lo largo de la historia.
Para complicar aún más el asunto, los filósofos suelen distinguir entre ética y moral. Así lo hace J.A. Marina. En su libro de texto de 4º curso podeis analizar las diferencias.
En cambio, Savater en "Ética para Amador" no distingue entre uno y otro vocablo. Nosotros vamos a hacer lo mismo. Esto no significa que si el alumno lo considera necesario para defender la tesis que tenga que defender, distinga conceptualmente ambos términos.
Podemos creer que los hombres siempre han pensado que la historia camina hacia más y mejor. No ha sido así. La idea que ha prevalecido hasta el siglo XVIII fue la de que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Esta forma de pensar tiene raices religiosas. En casi todas las culturas se sitúa la edad de oro en los comienzos de los tiempos. Recordad que Adán y Eva, antes de ser castigados a vivir en la tierra vivieron en el paraíso, un lugar en el que no se conocía el dolor, la enfermedad y ...no había que estudiar.
Con la Ilustración se va a imponer la idea de que la humanidad caminará por la senda del prgreso de una manera inevitable, siempre que el hombre se comporte racionalmente y pueda gozar de libertad.
El progreso, tal como lo entendieron los ilustrados, no se limitaba al aspecto científico-técnico, sino en el orden moral, entendido éste como la consecución de un mundo más justo y una vida más feliz.
Sin embargo, los hechos ocurridos con posterioridad acabaron con el optimismo ilustrado. El siglo XX ha sido el más sangriento de la historia. Lo demuestran las guerras y los genocidios. En la primera guerra mundial murieron 23.000.000 de personas; en la segunda, 45.000.000(de entre ellos, 6.000.000 de judíos). Podríamos continuar esta estadísitca de muerte con las persecuciones políticas en la URRSS (25.000.000), persecuciones políticas en China (35.000.000, la guerra civil de Camboya (2.500.000), etc, etc...
A nadie se le escapa comprobar la enorme distancia que se ha creado entre el progreso científico-técnico y el moral. Acabo de leer el periódico. El grueso de las noticias lo ocupan actos de violencia (guerras, terrorismo,asesinato de mujeres a manos de sus parejas,violencia juvenil, corrupción...
Después de ésto, ¿queda alguna duda sobre si ha habido progreso moral? ¿No habría que afirmar que, más bien, hemos retrocedido, o que,como mínimo, somos igual de brutales que el hombre de las cavernas?
Releo lo escrito. La conclusión a la que se llega parece clara. Pero mi papel en este blog es ayudaros tanto a los que defendais el sí como el no. Por ello, termino esta primera entrada con un texto optimista. Pertenece a J.A. Marina y lo dice en un libro que os recomiendo.
"Cuando los seres humanos se libran de la miseria, de la ignorancia, del miedo, del dogmatismo y del odio -elementos claramente interrelacionados- evolucionan de manera muy parecida hacia la racionalidad, la libertad individual,la democracia, las seguridades jurídicas y las políticas de solidaridad. Hay una clara convergencia histórica. Y creemos que ha habido un continuado progreso moral, lo cual va sin duda en contra de la moda. Admitir algún progreso se empieza a tomar como síntoma de debilidad mental. Los predicadores de la decadencia adolecen de una nostalgia injustificada. Nadie que desconociera la situación social que le iba a corresponder, es decir, que no supiera si le tocaría ser esclavizador o esclavo, negro o blanco, hombre o mujer, desearía volver a ese pasado oscuro y selvático. O sea, que el elogio del pasado es una astucia de aspirantes a privilegiados. Creemos que Bobbio, un prestigiosísimo filósofo del derecho tiene razón cuando escribe que la historia de los derechos del hombre es "un signo del progreso moral de la humanidad"
J.A.Marina, "La lucha por la dignidad."
PD. Compartimos con Marina que la moral tiene como objetivo la felicidad personal y la felicidad objetiva; es decir, la justicia.

miércoles, 22 de abril de 2009

ÚLTIMA ENTRADA

En esta última "entrada" no voy a reproducir ningún artículo de prensa ni resumir texto alguno relacionado con el tema del debate que es, en su mayor parte, lo que este blog contiene.

Cuando queda un día para el inicio de los debates, quiero felicitar a los 20 alumnos que vais a participar en ellos.

También quiero deciros que,aunque son dos grupos los que ganan, aquí, nadie pierde. Y nadie pierde porque estáis teniendo -por dura- una magnífica experiencia que, como ya estaréis presintiendo, se va a intensificar en el desarrollo de los debates.

En la vida, los auténticos perdedores son los que por temor al fracaso,a hacer el ridículo, al qué dirán... no se implican en empresa alguna. No se equivocarán nunca pero, desde luego, tampoco podrán decir aquello de "confieso que he vivido".

Un saludo y hasta otra.

Conrado Herrero

domingo, 19 de abril de 2009

EL FRACASO ESCOLAR, ¿CUESTIÓN DE SEXO?

Con este título se abordan, en "El País" del 12 de abril, dos cuestiones. La primera es la relación entre sexo y fracaso en los estudios, tanto a nivel de Enseñanzas Medias como de Universidad. La segunda, es la conveniencia o no de separar los sexos en las escuelas con el fin de aumentar el rendimiento de ambos.En el resumen que paso a realizar esta segunda cuestión la vamos a dejar a un lado, porque es tan importante que merecería otro debate.


... Reconozcámoslo abiertamente: el desastre del elevado fracaso educativo español (30,8% en 2006) y el abandono escolar temprano son un asunto esencialmente masculino. Sin la abultada contribución de los varones a ese descalabro, en el que la inmigración contribuye sólo en una porción mínima, las alumnas españolas no estarían muy por debajo de la media educativa de los países de la Organización para la cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), establecida en el Informe Pisa. Y lo que tenemos,en la antesala de la sociedad del conocimiento es que más del 36% de los muchachos y el 25% de las chicas salen del sistema escolar sin ni siquiera haber cubierto la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO)...

¿Vamos a un modelo de pareja común en la que el varón es manifiestamente más iletrado que la mujer? Porque en la educación, el sexo débil es claramente el masculino... En los últimos años, el porcentaje de licenciaturas universitarias conseguido por las mujeres se sitúa en torno al 61%. Y eso, pese a que las chicas continúan estando más retrasadas en las asignaturas de matemáticas y física y que, por lo mismo, siguen mostrándose reticentes ante las carreras científico-técnicas. La Directora del Instituto de la Mujer, Rosa Perís, achaca a razones culturales esa pobre representación femenina, cercana al 30%.

... Los propios estudios del Ministerio de Educación establecen que entre los estudiantes que acaban la ESO el porcentaje de varones repetidores (49%) dobla, prácticamente, al de las mujeres (26%)...

... El porcentaje de chicas que se gradúan en la enseñanza postobligatoria (Bachillerato, en la rama académica) supera en 12 puntos al de los hombres. El 58,25% de los alumnos que se matricularon en la Universidad en 2007 fueron mujeres.

¿Qué está pasando para que este fenómeno, generalizado dentro del mundo desarrollado se produzca en nuestro país de forma bastante más acusada? Aceptando que el nivel de inteligencia es igual entre los sexos y que la escuela tiene vocación igualitaria (a diferencia en, muchos casos, de la familia y del mercado de trabajo) las explicaciones se centran, sobre todo, en la más temprana maduración física y psíquica de las mujeres. "No se puede generalizar, pero a ciertas edades, las chicas son más espabiladas" sostiene Dolores Villalba, directora de un colegio público de Primaria. "maduran antes, son más constantes y estudiosas" apunta, a su vez, Juan José Nieto, director de un instituto de Secundaria.

Encuestas llevadas a cabo en una serie de institutos muestran que en la ESO y el Bachillerato los chicos estudian una media de tres horas semanales, mientras que las chicas dedican a esa tarea alrededor de ocho...También se implican más en la clase. "De ocho manos que se levantan para formular una pregunta académcia, siete son chicas" apunta Matamala.

... Lo que está claro es que el dominio temprano de la lectura y escritura -de acuerdo con una serie de informes, en estas materias, las mujeres llegan a acumular una ventaja de hasta año y medio-, contribuye poderosamente al mejor rendimiento continuado. Según el Informe Pisa 2006, las alumnas españolas aventajan en 35 puntos a los chicos en el área de escritura, lengua y comprensión lectora, frente a los nueve puntos de retraso que arrastran en matemáticas.

"Nuestro sistema educativo está en crisis, sobre todo, porque aplicamos la misma metodología a chicos y chicas, sin tener en cuenta sus notables diferencias biológicas, el dimorfismo cerebral, que explica sus distintos comportamientos" sostiene la profesora de derecho administrativo de la Universidad Carlos III, de Madrid, María Calvo Charro, autora de numerosos trabajos sobre la educación. A su juicio, "las chicas se adaptan mejor al sistema gracias a su precocidad en el habla y la escritura, mientras que los chicos adquieren mayor facilidad para el pensamiento lógico matemático y el razonamiento abstracto".

miércoles, 8 de abril de 2009

Diferencias entre el hombre y la mujer

Esta carta fue escrita en La Voz de Galicia el 5 de abril de 2009



Son muchas las diferencias que existen entre el hombre y la mujer en tanto que seres vivos. Aunque las más visibles son, tal vez, las morfológicas, las que presentan más interés, al menos para mí, son las que tienen que ver con su respectiva actitud ante la vida.

Si tuviera que elegir una sola palabra para describir cómo va el varón por la vida, escogería la de ensimismado . Pero no porque tienda a «sumirse o recogerse en la propia intimidad», sino porque «se goza en sí mismo, se envanece, se engríe». El hombre vive mirando para sí, como si fuera un pavo real, encantado de conocerse, y sin preocuparse grandemente de todo lo que lo rodea. Lo que cae fuera de sí mismo no atrae su interés, salvo que se trate de algo que tenga que ver con él. Con esto no quiero decir que tenga cortedad de miras: ve perfectamente lo que está lejos. Lo que sucede es que no le interesa, no proyecta su mirada hacia lo que no sea su propia persona.

Tal vez este ensimismamiento del varón es el que explica algunos de sus defectos, como sus elevadas dosis de ingenuidad -rayana, a veces, en el infantilismo, que no suele perder a lo largo de su vida-, su egoísmo, y su injustificable exceso de seguridad en sí mismo. Pero es causa también de sus mejores virtudes, como la capacidad para sentir profundamente la amistad, y su habitual generosidad y valentía para las grandes cosas que no duren demasiado, como los actos heroicos.
En cambio, la mujer es, por encima de todo, observadora, mantiene constantemente una actitud vigilante sobre lo que sucede a su alrededor. Por eso, es sumamente perspicaz: con su mirada, aguda y de largo alcance, penetra con profundidad en el significado de lo que le rodea. Y lo que es más importante, lo hace de tal modo que los demás -me refiero sobre todo a los hombres porque no dejan de estar ensimismados- apenas lo advierten. La consecuencia de todo ello es que la mujer no solo se entera de lo que sucede con bastante más antelación que el varón, sino que alcanza la madurez antes y en mayor grado que este. Además, el periscopio por el que observa la vida le permite acudir rápidamente en socorro de quien la necesite y se lo merezca, con una generosidad extensa, intensa, y duradera ?-incluso para las pequeñas cosas-, digna del mayor elogio.

Pero, como en este mundo no existe ningún ser perfecto, las importantes cualidades que adornan a la mujer coexisten con algunos defectos. Precisamente, porque se da cuenta de todo, no pasa por alto con facilidad lo que considere -acertadamente, por lo general- agravios y afrentas hacia ella, o hacia sus seres queridos. Y como tales ofensas suelen ser causadas con su innata sutileza por otras mujeres más que por los toscos varones, la mujer suele estar menos habituada que el hombre para sentir amistad hacia sus congéneres, y carece de la necesaria ductilidad para llevarse bien con las demás que se van incorporando a la familia.

jueves, 2 de abril de 2009

LAS DIFERENCIAS SE ESTÁN DESDIBUJANDO

A través de Googel me ha llegado esta información. Creo que algo parecido a lo que aquí se dice lo hemos recogido en una entrada anterior.


Domingo 29 de Marzo de 2009
Información General


TENDENCIAS
Las diferencias se están desdibujando
Punto de vista. Por Mileva Pavicich - Sexóloga. Los tipos de hombres
Buscan relaciones profundas y honestas
Les gustan los hombres viriles, pero sensibles
Les seduce que sean emotivos, pero viriles




En tiempos actuales, las diferencias entre lo masculino y lo femenino se están desdibujando. Abandonamos el estereotipo del hombre duro y de la mujer sumisa, y nos lanzamos a experimentar en el ámbito de lo cotidiano, de lo íntimo y en lo social sin tantas estructuras. Elegimos por vocación, por complacernos o por tomar oportunidades, y no nos quedamos sujetos al rol.

Hoy lo masculino y lo femenino se acercan cada día más. En la actualidad, estamos frente al modelo de la mujer que es trabajadora, que aporta o muchas veces es el principal sustento del hogar, la que arregla los artefactos eléctricos y a la hora de la intimidad no repara en proponer y avanzar al hombre. Asimismo, estamos frente al hombre que puede asumir el cuidado de sus hijos, puede cocinar o leer poesía romántica y a la hora de la intimidad, es decidido y activo. Estas conductas son más entendidas como masculinas. Caer en estereotipos rígidos, nos limita tanto en un extremo como en el otro. Pero al referirnos al modelo del hombre que es sensible, cariñoso, tierno, comprensivo, nos referimos a los aspectos femeninos del hombre, que pueden estar más o menos desarrollados y “esto no hace tambalear su identidad sexual”.

En un mundo de violencia, de falta de cuidado por las relaciones humanas, de materialismo y consumismo, la mujer busca cada vez más este perfil del hombre reconciliado con su lado femenino, quizás respondiendo al modelo del hombre “ideal” que se construye internamente., tal vez como síntoma de la enfermedad que estamos padeciendo como humanidad: la violencia.

Desde el puntote vista de la sexualidad, el hombre afectuoso, detallista, suave y sensible, es sin duda el amante favorito del género femenino, el que acompaña a la mujer, la respeta y espera en sus tiempos, dejando de lado su sentido de practicidad y su capacidad de tener sexo sin que se involucren tanto sus emociones. Es el requisito que muchas, casi todas las mujeres, desean encontrar en su amante. Esto no quita que sea apasionado y hábil; por el contrario, cuanto más espera a su compañera, tiene más posibilidades de que ella se apasione al igual que él. Consejo para tener en cuenta.

domingo, 29 de marzo de 2009

LOS ANDALUCES Y LAS TAREAS DEL HOGAR

(Información y datos extraídos de El País del 28 de marzo de 2009)

Sólo el hombre puede trabajar fuera de casa y la mujer es la que se debe ocupar de las tareas domésticas y del cuidado de los hijos. Éste es el ideal de familia para el 25,7% de los hombres andaluces. El 17,9% de las mujeres también apoya este reparto. Es lo que se desprende del estudio Encuesta Social 2007. Una visión de Andalucía. En el lado opuesto se sitúan el 52,7% de los hombres y el 63,8% de las mujeres, que opinan que ambos deben trabajar fuera y repartirse las labores domésticas. Respecto a las tareas del hogar, el 43,4% de los varones sostienen que son ellas las que principalmente deben encargarse de este tipo de trabajos.

El estudio –elaborado entre octubre de 2006 y marzo de 2007- profundiza también en el reparto de las tareas del hogar. Sólo el 13,3% de los varones dice que friega los platos y el 15,2% de ellos dice que hace las camas en casa.

En una década poco se ha avanzado. El 73% de las mujeres reconocían que eran ellas las encargadas de todas las tareas domésticas en 1998, según un estudio del Instituto Andaluz de la mujer. Ya entonces se alertaba de cómo los roles de cómo los roles se repetían entre los menores: el 35% de los hijos no dedicaba ni un minuto al trabajo doméstico. Entre las hijas se rebajaba al 14%.
[…]

miércoles, 25 de marzo de 2009

Educación para la igualdad

He recibido, a través de Googel este artículo. Me limito a reproducirlo tal como está escrito.


25 marzo 2009
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Educación para la igualdad
23.03.2009 - Ana Gómez es licenciada en Filología Hispánica y Profesora de Español

Un recentísimo documento, magníficamente editado, del Gobierno regional (Instituto de la Mujer y Consejería de Educación) asesora a profesores y empresarios en su trato con alumnas o personal femenino y muestra las ventajas que aporta la incorporación de mujeres a empleos tradicionalmente masculinos. «La escuela mixta parte del principio de neutralidad y no contempla las desigualdades de género, considera que trata a todos por igual y cree que es correcto. En realidad, el profesorado reproduce los valores sexistas: considera que chicos y chicas están dotados para tareas distintas y los orienta de manera diferente. Los libros de texto, de lenguaje androcéntrico, ocultan a la mujer en contenidos e ilustraciones; y evitan mencionar las aportaciones femeninas a la cultura, la historia o la ciencia. El nuevo modelo coeducativo -no mixto- reconoce las diferencias de género, reparte espacios y tiempos equitativamente y hace visibles las obras de las mujeres en el mundo». En su 'Teoría de la socialización y la influencia de los estereotipos de género' leemos: «la especie humana se compone de machos y hembras, que se identifican por el sexo (genitales, mamas...), pero no se nace hombre o mujer, sino que son meras consecuencias de la socialización. Se les asignan identidades distintas. No es lo mismo padre, madre, minero, alumna, alumno, marinero (...) El género condiciona los gustos: música clásica, cocina, natación, ballet, para chicas; policíacas, rock, vela, montañismo, informática, videojuegos, para chicos (...) La mujer se invisibiliza: el claustro de profesores, los alumnos, la cofradía de mariscadores; cuando la mayoría son mujeres. Una educación no sexista debe hablar visualizando y debe mostrar hombres en profesiones femeninas: Llongueras, Ferré, Dior, Galiano, y viceversa: Merkel, Graff. Y en lo docente y empresarial debe imponerse la remoción de obstáculos que impiden la igualdad». Se juzga ideal la conciliación laboral y familiar, pero ventajoso contratar a mujeres «porque solo tienen un hijo a partir de los cuarenta, así, sus bajas no son largas ni frecuentes» (¡paradójico!). «Son más limpias, dialogantes, atentas, respetuosas, con mejores notas que los hombres. Aunque falten por dolores menstruales, no será comparable a las ausencias de los hombres por resacas, fútbol o causas injustificadas».

Ante lenguaje tan preciso y literario; ante razonamientos tan lógicos y acertados, debo reflexionar. Hasta ahora he distinguido a mis alumnos por su trabajo. Nunca he contado números o porcentajes "de género". Tengo ex alumnos cocineros, pianistas y maestros de ed. infantil. Y ex alumnas ingenieros, atletas y abogados del Estado. Jamás hice 'visible' su sexo, por creer que debía tratarlos igual. Craso error. Debería considerar la diferencia. ¿Calibrar pechos y entrepiernas? ¿Compensar la baja puntuación de un examen bajo síndrome premenstrual? ¿Hablar en femenino? De gustos y profesiones ¿qué opinarán Marsalis, Spinosi, Jaroussky, José Martínez, Zabell, Pasabán, y mis alumnas roqueras o informáticas?

Los exámenes de selectividad incluirán contenidos femeninos (¿componentes químicos de las compresas?, ¿estadísticas de embarazos?, ¿cálculo de talla de sujetador?). Tribunales de PAU y para selección de profesorado universitario, paritarios. Se me podrá rechazar si mi sexo está ya representado. El Gobierno alega que no es discriminación, aunque la causa sea solo mi aparato reproductor, no mi capacidad o experiencia. Sugerencias: vacantes en oposiciones, tribunales de justicia y equipos de quirófano paritarios (tranquiliza saber que las mujeres cogen más suavemente el bisturí).

A ver si resulta que no fue Miguel Servet quien descubrió la circulación de la sangre, ni Galileo el heliocentrismo, Pasteur su vacuna o Fleming la penicilina, sino sus ayudantes femeninas. A lo mejor, Jovellanos, Velázquez y Lope eran mujeres travestidas, como la monja alférez. Quizá, en vez de estudiar a Colón o Pizarro y sus conquistas coloniales, hayamos de fijarnos en sus conquistas femeninas entre las indias que encontraban a su paso.

Sí ha habido mujeres destacadas: Sta. Teresa, Nightingale, Austen, Brontë, Morisot, las sufragistas, las reinas de Inglaterra o Suecia. Y también Isabel la Católica, Meir, Kirchner, Thatcher, Rice y Livni, modelos de pacifismo, comprensión, gestión económica y político-social, generosidad y humanidad. Que queden hombres sin saber cocinar ni poner una lavadora solo es culpa suya, no de sus madres que los educaron. Que las mujeres maltratadas no denuncien y afirmen seguir queriendo a sus maridos porque son buenas personas solo es culpa de los hombres.

Vicario, Williams, Nadal y López son tenistas. Y Chanel, McCartney, Balenciaga y Berhanyer, diseñadores. Y punto. Iguales. (No pienso en el sexo las 24 horas del día, qué se le va a hacer). Hay buenos y malos tanto varones como mujeres. Los aparatos reproductores y las hormonas no aportan virtudes y defectos per se.
Ablaciones de clítoris, millones de niñas sin vacunar ni alfabetizar, burkas y prostitución, mientras aquí callamos o asistimos a concursos de misses (mercado de culos y tetas: esclavitud sexual) o defendemos pañuelos como signo de libertad y pedimos paridad en el Parlamento y los consejos de administración. No en la minería o las fábricas, que se gana y se viaja menos, se come y se viste peor, no salimos en Vogue o El Mundo cual estrella cinematográfica, y son incómodos para nalgas liposuccionadas y pechos siliconados. Ni paridad masculina en la enfermería o el magisterio.

No todo es respetable y aceptable. El respeto mal entendido a la libertad religiosa puede llevar a tolerar la separación de sexos en piscinas públicas, la mutilación genital, el ojo por ojo, la lapidación o la muerte de menores por falta de atención médica. Quien lleva velo, viste ropa holgada para ocultar las formas que tientan al varón hacia la lujuria. ¿No se sabía? ¿Es libertad e independencia? Creeré que las autoridades son feministas e igualitarias cuando hagan lo posible por erradicar tales conductas y fomenten el interés por el intelecto más que por el cuerpo (oculto o expuesto).

Menos mal que Obama es negro. Si no, aún oiríamos que su victoria se debía a la discriminación sexista.

lunes, 23 de marzo de 2009

UN SEXO NO TAN DÉBIL

Este artículo está firmado por Bonifacio de la Cuadra y apareció en El País el pasado viernes. En esta ocasión no he realizado ningún resumen ya que el artículo no es muy amplio.
Como no estoy en el Centro no sé qué opinión les merece a mis colegas de Educación Física.



La separación de las mujeres y los hombres en los ámbitos deportivos, en general, y la hegemonía masculina en los deportes de masas –notablemente el fútbol- consagran, de la mano de tópicos anticuados pero vigentes, modos de discriminación de la mujer insoportables. Por eso hay que saludar con simpatía y optimismo –moderado por el peso de la realidad- el Manifiesto por la Igualdad y la Participación de la Mujer en el Deporte, del Consejo Superior de Deportes (CSD), para “superar prejuicios y estereotipos” y “garantizar la plena igualdad (…) en todos los ámbitos y a todos los niveles” incluido el de competición. El CSD señala con acierto, entre “las barreras ocultas” que fomentan la discriminación, “la adscripción que las actividades físicas y el deporte han tenido y tienen al rol social masculino”.

Quienes hemos vivido en la España franquista –especialmente perjudicial para las mujeres- recordamos la asignación de las jóvenes a los Coros y Danzas, propiciados por la Sección Femenina, mientras el Frente de Juventudes fomentaba entre los muchachos la práctica del deporte, así como el entusiasmo por la milicia, también vedada a las mujeres. Desde el recuerdo de aquellas barreras, interesa analizar otras que aún subsisten, a pesar de la promulgación de normas como la Ley de Igualdad. Así, se mantiene que el deporte es demasiado violento para una constitución femenina físicamente más frágil, el sexo débil. Sin embargo, está demostrado que las mujeres son más longevas que los hombres y más resistentes, aunque prácticas culturales y sociales las han configurado como menos brutas –hay de todo- y más vulnerables.

Pero, ¿de dónde sacamos que el deporte es violento? Si nos referimos al boxeo, de acuerdo. Sin embargo, existen dudas fundadas de que se trate de un deporte y, en todo caso, la comprobada violencia de una práctica consistente en propinarse mamporros lo hace desaconsejable igualmente para hombres y mujeres.

Cojamos al toro por los cuernos y analicemos el fútbol. Niego que sea violento, aunque sí lo son a veces algunos de los que lo practican. Pensemos, por ejemplo, en Messi, probablemente el mejor jugador del mundo. La facilidad con que dribla y culebrea en el área, gira, se revuelve, controla la pelota y elude al adversario es orfebrería deportiva, que me atrevería a calificar –haciendo uso del mismo tópico que combato- de habilidad femenina.

La mujer no está inhabilitada, por su configuración física, para la práctica del fútbol o de cualquier otro deporte. Y digo más: nada le impediría formar parte de equipos de fútbol mixtos, aunque sería prematuro y desmoralizador poner en práctica ahora esa medida sin un previo proceso de preparación, ensayo y divulgación. Existen casos de futbolistas mujeres con gran éxito, como la brasileña Milene Domingues, conocida por la Ronaldinha –fue esposa de Ronaldo- y la mexicana Maribel Domínguez, llamada Marigol por su facilidad por el tiro a puerta. Esta última, que ya jugó en su país en equipos juveniles masculinos haciéndose pasar por un chico, solicitó a la FIFA jugar al fútbol con los hombres. La respuesta fue negativa.

El manifiesto del CSD plantea que la plena igualdad debe afectar a todos los niveles: practicantes, dirigentes, entrenadoras, técnicas, árbitras, periodistas… No me resisto a contar la anécdota de una periodista que en 1969 fue a un periódico de Madrid a pedir trabajo y el director le dijo que sólo tenía un puesto, pero no podía ocuparlo una mujer, porque era en la sección de deportes… Y enfrentarla a la experiencia de mi mujer, que era profesora de Educación Física y en los años ochenta fue pionera: entrenó a un equipo de fútbol de chicos.

Para avanzar en el sentido que propone el CSD hay que derribar los obstáculos contra la pena igualdad de mujeres y hombres en el deporte. La creatividad de las mujeres puede aportar mucha calidad a la práctica deportiva y no basta con fomentarla sólo entre mujeres, porque la experiencia demuestra que allí donde se produce la coparticipación en condiciones de igualdad –la Universidad, por ejemplo- las mujeres demuestran su capacidad y hasta superan a los hombres.

Es preciso, desde los poderes públicos, como manda el artículo 9.2 de la Constitución, “remover los obstáculos que impidan o dificulten” la igualdad en “plenitud” de hombres y mujeres. Si el legislador democrático ha suprimido incluso la medieval y arraigada supremacía masculina en la sucesión de los títulos nobiliarios, hora es ya de que desaparezcan las trabas legales existentes para la práctica de los deportes en plenas condiciones de igualdad.

jueves, 19 de marzo de 2009

NOSOTRAS SA

En el mismo lugar y fecha que el anterior artículo se encuentra éste. Empar Moliner, su autora, realiza una crítica al feminismo mal entendido. Es de agradecer que existan personas con valor para ir en contra de "lo políticamente correcto".


Hola amigas. La incorporación de la mujer al mundo laboral ha propiciado que surjan nuevas profesiones, y una de las más rentables es ser mujer: se trata de ser muy pelota con las mujeres para venderles algo, que puedes ser tu misma, sin ir más lejos. Lo más rentable es hacer un libro de no ficción donde expliques lo injusto y difícil que es ser mujer sabiendo que precisamente por ser mujer te lo comprarán. Luego, como autora, podrás ir a los debates diciendo que “los hombres están desorientados porque les pedimos que sean fuertes y tiernos a la vez” frase preciosa que debería ser el estribillo de la próxima canción eurovisiva…

Ya hace años que ningún hombre normal dice que las mujeres somos más tontas que ellos. Ahora, sin embargo, unas cuantas se dedican a decir que nosotras somos más listas, y eso está muy bien porque a las tontas les encanta oírlo.

01. Cómo distinguir un producto femenino
Para distinguir un libro femenino de un libro normal miren la contraportada. En ella se habla de lo mal que hacen las cosas los hombres y se detalla (con un lenguaje graciosísimo) lo monstruosos que son. En algunas de estas contraportadas se pueden leer que los hombres “tienen un pene clavado en el cerebro”, o que “la suciedad es uno de sus rasgos inherentes”, o que los hombres, qué lástima “no son como los medicamentos y no tienen instrucciones de uso”. No me lo estoy inventando. Si un hombre escribiese un libro diciendo cosas parecidas, aunque fuese en broma, le denunciaríamos y le quemaríamos, no necesariamente por este orden.

[…] Ahora que casi hemos conseguido que no se generalice con los homosexuales (no, no son todos más sensibles y promiscuos), con los negros (no, no llevan todos el ritmo en la sangre) o con las mujeres (no, no somos el sexo débil ni decimos que no cuando queremos decir que sí), resulta que somos nosotras las que generalizamos con los hombres (todos sucios, machistas y obsesos sexuales). Así da gusto ser mujer.

02 Los anuncios, una cuestión de esfuerzo
Hace poco, en un periódico salía una carta al director firmada por Inma Soriano que decía que no usa el champú Sanex, ni ningún otro producto que muestre a la mujer desnuda, porque lo consideraba vejatorio. Puede que ustedes piensen que ese anuncio no enseña precisamente un cuerpo excitante o lascivo, pero escandalizarse y encontrar algo sexista es sólo cuestión de esfuerzo. Se trata de hacer ese esfuerzo. Háganlo y verán cómo encuentran sexista y vejatorio, por ejemplo el anuncio de los espárragos El Gigante Verde, donde el protagonista va con un taparrabos de hojas, cosa que propicia que veamos su cuerpo, musculoso y verde, de una manera gratuita y vejatoria para los gigantes.

[…] “Es que las mujeres somos como mucho más sensibles, como que le damos más vueltas a las cosas; yo a veces lloro y no sé por qué lloro”. Es lo que dice una chica en un anuncio de compresas buenísimo. Es tan bueno que algunas estamos deseando que hagan uno de maquinillas de afeitar en el que el chico diga: “Es que ser hombre es como más guay, ¿no? Porque los hombres les damos menos vueltas a las cosas, y si tenemos que eructar, pues eructamos y ya está, y a veces no sabemos por qué eructamos. Yo, si volviera a nacer, nacería hombre...

03 Compartir las tareas del hogar
En los debates (sobre los hombres desorientados), nuestras amigas repiten que hay que compartir las tareas del hogar y que los niños deberían aprender a hacer punto de aveja en la escuela. Nosotras preferimos que estudien literatura en el colegio antes que labores del hogar. Si un niño puede aprender él solo a programar el vídeo, también puede aprender él solo a programar la lavadora.

[…] Mis amigas y yo, siempre que vemos a estas políticas, duquesas o esposas de altos cargos que dicen que, por supuesto, comparten las tareas con sus maridos, nos partimos de risa. Compartir las tareas del hogar cuando tienes señora de la limpieza, ahora, llamada asistenta, es lo más bonito del mundo. Sí, casualmente la de la limpieza es también una mujer; pero de ella se hablará en otro debate.
[…]

05 Ultranacionalismo femenino
[…] Desear que respeten lo tuyo es lo más normal del mundo, y a todos nos molesta mucho que no lo hagan; pero creer que lo tuyo es mejor que lo de los demás es aburrido. Voody Allen no parece un nacionalista judío (normalmente los individualistas no son nacionalistas) precisamente porque da por supuesto que hay que respetar sus costumbres, su lengua, su particular manera de ser y su historia. Pues claro.

Sabe que en el mundo hay nazis, pero bromea sobre lo imbéciles que son. Sabe que su pueblo sufrió el peor exterminio de todos los tiempos, pero eso no impide que ahora haga chistes sobre judíos, en tanto que judío. ¿No está bien esa manera de ver la vida? A mí me gustaría que las mujeres actuasen del mismo modo. Nos han oprimido y nos siguen oprimiendo en algunos lugares del mundo, pero nosotras podemos bromear sobre nosotras. Así que ahí va un chiste. ¿ Saben por qué las mujeres vemos las películas pornográficas hasta el final? Para ver si los protagonistas acaban casándose.

06. Adiós a la bofetada de Gilda
Para ser coherente con este mundo light que nos ha tocado podríamos prohibir Gilda. La bofetada que le dan a Rita Hayworth no es políticamente correcta, fomenta los malos tratos. Si se la diese hoy Javier Bardem a Penélope Cruz (es un suponer) en una película española acabada de estrenar saldría en los periódicos . ¿O no?

[…] A algunas nos parecen mucho más libres y feministas las películas norteamericanas de los años treinta y hasta el final de la guerra (sobre todo las de Staneley Donen, Ernst Lubitch, George Kucor, Howard Hawks o Mitchell Leisen) que cualquiera de las de ahora…

07. Epílogo para todas y todos
Por cierto. En este artículo debería haber hablado de todas y todas, porque parece que, si hablas de todos, las mujeres no se hayan representadas. Lo hubiese podido hacer, pero, ¿qué hay que decir primero: todos o todas? Si digo primero todas estoy siendo machista porque pongo a las mujeres primero, como en los naufragios, y resulta que las mujeres no queremos trato de favor. Pero si digo todos primero, en realidad estoy dándole otra vez ventaja al macho, que va siempre delante. Propongo hacer como la gran transformista Divine, que trata en femenino a hombres y a mujeres.
Espero verles de nuevo en otro especial EPS (El País Semanal), esta vez llamado Cien por cien hombres.

miércoles, 18 de marzo de 2009

NO SÉ EN QUÉ CONSISTE SER MUJER

Es el resumen de un artículo de Rosa Montero, periodista que escribe habitualmente en el suplemento dominical de El País. Es de fecha 7 de abril de 2002¿Se repiten algunas ideas? Pues así ireis teniendo más claro que el tema del debate es bastante confuso.Leed, leed.


A decir verdad no sé bien en qué consiste ser una mujer. La imprescindible Simone de Beauvoir… dijo que la mujer no nace sino que se hace… Ahora, en cambio, se ha puesto de moda la interpretación biológica, y los científicos parecen empeñados en decirnos que no somos más que una sopa química. Esto es, que de algún modo nacemos hombres o mujeres; y con esto no me estoy refiriendo, claro está, a las obvias diferencias físicas, a las protuberancias y los repliegues secretos, a los colgajos y las barrigas paridoras, sino a cosas tan intangibles como nuestro carácter, nuestra visión del mundo o nuestra estructura intelectual.

¿Somos de verdad tan distintos, hombres y mujeres? Y, si es cierto que lo somos, ¿esa divergencia es inmutable?

Parece evidente que unos y otras mostramos ciertos rasgos generales de comportamiento que, aunque no se cumplan nunca al 100%, suelen afectar a la mayoría. Ya se sabe que las mujeres tendemos a leer peor los mapas y que los hombres son a menudo incapaces de hablar de sus propios sentimientos. De hecho, y comparado con el varón, el cerebro medio femenino tiene menos desarrollada la zona espacial, pero en cambio la zona verbal es mucho más rica, lo que tal vez podría explicar las anteriores diferencias de carácter. O tal vez no, porque es muy posible que el cerebro, ese engrudo de neuronas tan complejo y tan plástico, no haya hecho más que adaptarse a un uso social. Quiero decir que, si de repente educaran a todas las niñas durante años en conceptos espaciales y geométricos, probablemente se les desarrollaría esa zona cerebral.

Con lo cual regresamos al principio: verdaderamente no tengo ni la más repajolera idea de lo que es ser mujer, si es que es ser algo. ¿Hasta qué punto nuestro comportamiento es un resultado del condicionamiento cultural o de la biología? ¿Y hasta qué punto incluso la biología responde al uso social? Hay tantos enigmas, desde luego, respecto a las diferencias de talante entre nosotras y ellos, desde las cosa más nimias a las más importantes…

… ¿por qué cuando dos críos de dos o tres años están en una terraza de un bar junto a sus padres, la niña se pone a dar de comer a las palomas y el niño intenta atizarlas con un palo? Estoy hablando de una escena que he visto, con ligeras variantes, muchas veces: el instinto protector y nutricio de las nenas, el impulso cazador y más bien borrico de los chicos. ¿Pero son de verdad instintos permanentes y esenciales? Lo cierto es que cada día hay más mujeres abiertamente agresivas y más hombres decididamente delicados. Y bienvenidos sean unas y otros, porque nos liberan del encierro del estereotipo. Porque yo no tengo la menor idea de lo que significa ser hombre o ser mujer, pero no estoy dispuesta a permitir que me apresen en la jaula de un prejuicio.

lunes, 16 de marzo de 2009

PADRES E HIJOS: MANUAL DE USO

Es un resumen de un artículo que se encuentra en el suplemento dominical del periódico ABC(nº 1116, del 15 al 21 de marzo de 2009). Confirma datos que ya hemos visto en otros artículos. Es preocupante, si el estudio de la Fundación Mujer responde a la realidad, que " el 54 % de los chicos entre 16 y 18 años considera a la mujer como débil e inferior".

[…] En el modelo patriarcal, el cabeza de familia tenía la responsabilidad de domar el carácter rebelde de los niños mediante castigos y la gente no veía en su conducta ningún abuso de poder porque era el método socialmente admitido para enseñar la diferencia entre el bien y el mal. En compensación a sus privilegios, era su deber asegurar la supervivencia económica de la familia. De las caricias se ocupaba la madre, pero el hombre no tocaba a los niños pequeños porque estaba mal visto mostrar sentimentalismos o debilidades. Pero la sociedad ha cambiado, los hombres han cambiado y, por lo tanto, lo que se espera de un padre también.

[…] En los últimos 20años, con la integración de la mujer en la universidad y el mundo laboral y la decisión de tener pocos hijos y a edad avanzada, han aumentado considerablemente las familias basadas en una relación simétrica entre la pareja. Este paralelismo ha transformado la organización de la familia y de las relaciones interpersonales y ha ayudado a la aparición de una nueva figura paterna que experimenta lo que hasta ahora parecía una parcela biológica estrictamente femenina: el instinto maternal. El cuidado y la ternura ya no son coto privado de la mujer y este grupo de hombres, aunque todavía minoritario, se ha lanzado a ejercer su nuevo rol con determinación. Según escribe Gracía Maroto en su estudio Implicación del padre en la crianza infantil, “en la actualidad existe un grupo de padres que se implica en buena medida en la crianza de sus hijos: asisten a clases prenatales, están presentes en el parto, asumen su papel a la hora de las cualidades infantiles y juegan con los menores. Sus aportaciones son fruto de una toma de postura cultural que en los próximos años va a ir a más, pero lo cierto es que todavía muchos de ellos se sienten como perros verdes”

[…] Sin embargo, la socióloga señala que “incluso estos padres que están en el techo de la implicación asumen la crianza como algo opcional a lo que podrían renunciar en un momento dado. Ellos desarrollan tareas, pero son las mujeres las que principalmente llevan la iniciativa y siguen asumiendo la gestión”. Al fin y al cabo, y aunque las cosas estén cambiando, no nos engañemos: en España, los hombres sólo dedican 157 horas al año al cuidado de su prole, frente a las 561 horas de las madres.

a pesar de las buenas noticias, la aparición de una nueva paternidad cuyos rasgos distintivos son la afectividad y la ternura no está generando forzosamente niños y adolescentes más igualitarios. Según un estudio de la Fundación Mujeres, el 54 % de los chicos entre 16 y 18 años considera a la mujer como débil e inferior y el 23 % tiene la convicción de que la debilidad de las mujeres legitima al varón para ejercer la autoridad dentro de la pareja. Para Carmen Franco, pedagoga especialista en psicología infantil y adolescente, “lo que les pasa a ellos es un reflejo de lo que nos ocurre a los adultos. En las familias actuales tenemos un padre débil, en crisis, que, como no quiere ser el malo, no sabe quién es y una madre sobrecargada, trabajando dentro y fuera de casa agotada y enfadada. Como estamos perdidos en esta situación de transición y de cambio, generamos un modelo de gran rivalidad entre los hombres y las mujeres, y no somos capaces de encontrar u lugar donde se repartan y compartan, de verdad, las fatigas y las alegrías”.

lunes, 9 de marzo de 2009

Hacia un nuevo humanismo

Éste es el título del último capítulo del libro de Monserrat Roig “Mujeres en busca de un nuevo humanismo” (Salvat, Col. TC, 1981). ¿Muy antiguo? Leed el resumen y después sacad conclusiones.

[…] Sería demasiado fácil decir que la mujer sólo tiene que luchar contra el hombre para llegar a ser libre. También tiene que luchar contra sí misma. Ser mujer, hoy día no es nada fácil. Pero tampoco lo es ser hombre. En realidad, lo que es difícil es poder llegar a comportarse y a ser considerados como seres humanos, tanto las mujeres como los hombres […]

[…] La lucidez y la razón no son atributos específicamente masculinos. Pero tampoco el sentimiento y las emociones lo son femeninos. Son atributos humanos y son las personas , sean mujeres u hombres las que pueden perfeccionarlos[…]

[…] Ser mujer y, al mismo tiempo, ser persona no es tarea fácil. Es un largo y arduo camino: muchas veces se paga con la soledad, la incomprensión y el aislamiento. Las mujeres tienen que luchar contra su propia inseguridad, contra la victimización interiorizada y, muchas veces, contra la resistencia del hombre a perder sus privilegios. Sin embargo, las mujeres, por ser mujeres, no son mejores que los hombres. También ellas son hostigadas por los valores morales de nuestra civilización, también pueden sentirse fascinadas por el poder, por el ansia de dominio y de opresión hacia otros seres más débiles, también pueden competir entre ellas y ser crueles e injustas. La única diferencia es que no han tenido para ello las mismas oportunidades, en la historia, que los hombres.

[…] El día en que hombres y mujeres dejen de ser seres mutilados, el día en que el sexo no condicione el desarrollo total de las personas, el día en que la dominación y supremacía del varón pase a los anales de la Historia y deje de ser presente, el día en que la comunicación entre los dos sexos nazca del respeto entre seres libres, aquel día el feminismo ya no tendrá razón de ser. Ni tampoco que existan libros como éste.

jueves, 5 de marzo de 2009

Contestando a Pepa Acosta

Contestando a Pepa Acosta

Amiga Pepa: Como sabes, no he leído el libro de Nathaniel Hawthorne y no he visto la película, por lo cual se me hace difícil ver todas las implicaciones que puede haber en el texto.

De entre las ideas que hay en el texto comento aquellas que están más directamente relacionadas con el tema del debate .Destaco la que hace referencia a la costumbre definida como “segunda naturaleza”. Precisamente, el tema del debate es polémico porque, como ya he apuntado en otro lugar del blog, el ser humano es fundamentalmente cultural y, por tanto, deslindar qué hay en nosotros (como hombres y como mujeres) de “natural” y de “cultural” es una tarea dificilísima. Más aún, dudo de que sea posible porque, como da a entender el autor, nuestra esencia (aquello en lo que consistimos) es una amalgama de costumbre (cultura) y naturaleza.

A mis alumnos les cuento que a lo largo de la historia distintos filósofos se hicieron la pregunta ¿qué es el hombre por naturaleza? Y las respuestas que dieron fueron no sólo distintas sino opuestas. Cada filósofo se imaginaba a ese hombre como más le convenía para justificar sus intereses (políticos). Y es que la pregunta no tiene sentido: ¿dónde está ese hombre “natural” al margen de la sociedad que le ha educado, que le ha inculcado valores, creencias, mitos; en definitiva, un modelo a imitar? En ningún sitio, ni ahora ni en el pasado.

No comparto la idea del autor (si es que lo he entendido bien) de que cuando cambie el hombre entonces la mujer podrá ser ella misma, con la condición de que en ella también se produzca un cambio total. Y digo que no la comparto porque el gran cambio lo ha dado la mujer, ella es la que está cambiando al hombre.

Por último te expreso mi duda: ¿hay una esencia de mujer? (como el texto sugiere), ¿hay una esencia de hombre? Empleo el término “esencia” en el sentido filosófico; una entidad única, inmutable, idéntica en todos los individuos. ¿O lo que de verdad hay es una inmensa variedad de hombres y de mujeres que no se someten, aunque se pretenda, a un cliché.

Espero que te atrevas a despejar la duda. Saludos.

miércoles, 4 de marzo de 2009

ERROR

El apartado "g" de la entrada anterior debe decir: "Conclusión del equipo A. La puede realizar el alumno A-1, A-2 ( y no B-2) o ambos".

NORMAS DEL DEBATE

Como tengo dudas de que todos los alumnos tengan claras las normas del debate, aquí os las recuerdo.

1. El debate tendrá diversas fases hasta la final en la que competirán dos equipos. En la primera fase quedarán eliminados aquellos que menos puntuación obtengan de entre todos los que participan. En las siguientes fases, en cada debate, quedará eliminado un grupo.

2. Desarrollo del debate y normas que lo rigen:

a) Se desarrollará en tres fases: la exposición (hasta 4 minutos), la
réplica y contrarréplica (hasta 5 minutos) y la conclusión (hasta 3
minutos).

b) Antes de comenzar cada debate se decidirá, mediante sorteo, la
elección "a favor" (en este caso, que hombres y mujeres somos iguales)
o "en contra" (que hombres y mujeres no somos iguales o, si lo preferís,
que somos diferentes).

c) Comienza la exposición el equipo "a favor" (en adelante, el equipo A).
Expone uno de los dos alumnos (A-1)

d) Réplica del equipo contrario (equipo B). La lleva a cabo el alumno B-2.
Y la contrarréplica del alumno A-1.

e) Exposición del equipo B. La realiza el alumno B-1.

f) Réplica del equipo contrario por el alumno A-2. Y cntrarréplica del
alumno B-1.

g) Conclusión del equipo A. La puede realizar el alumno A-1, el alumno B-2
o ambos.

h) Conclusión del equipo B. La puede realizar el alumno B-1, B-2 o ambos.

Se trata, como observaréis, de que los dos alumnos de cada equipo participen; uno, realizando la réplica y el otro la exposición.Queda claro cómo se puede realizar la conclusión.

¿Está claro?

martes, 3 de marzo de 2009

Aclaración

Mi compañera Carmen Hermosín, con la que he tenido una breve conversación esta mañana, me decía que algún alumno no entiende qué se plantea exactamente en el debate. Supongo que este alumno no estuvo en la reunión en la cual lo aclaramos. Pero además, volví a explicarlo en este blog en dos ocasiones: en la primera entrada del blog y en un resumen posterior que lleva el título de “un alto en el camino”. Creo que si este alumno lee lo que acabo de indicar no tendrá ningún problema de comprensión.

También me hizo referencia Carmen a que teníais más dificultades en defender la tesis de que hombres y mujeres somos iguales a la tesis de que somos diferentes.

Creo que la forma de defender la igualdad es haciendo hincapié en que el hombre (y la mujer, claro) es un ser cultural. Que muchas de las cualidades que se le asignaron al hombre y a la mujer, se han venido abajo. Así, se ha venido abajo la idea de la superioridad intelectual del hombre sobre la mujer (Tendréis que buscar información que avale esta afirmación: porcentaje de alumnos/as que terminan selectividad, porcentaje de licenciados/as, profesiones a las que se dedican las mujeres…etc. ) Por otra parte, también se ha venido abajo la idea de que en el hombre escasean los afectos y sentimientos (En este blog se hace referencia a este dato).

Resumiendo: Defendería la tesis de la igualdad resaltando que las diferencias entre hombres y mujeres no son naturales (de nacimiento, genéticas) sino culturales, y, por ello, cambiantes según las épocas y las sociedades. Sería la educación recibida la que explicaría nuestra forma de ser.

Dicho esto, quiero recordaros que el que gana el debate no es el que le toca defender el “sí”o el “no”, sino el que más información y mejores argumentos aporta. Y os aseguro que de tanto lo uno como de lo otro, para las dos tesis, hay muchísimo.

Por último, os reitero mi ofrecimiento para que me consultéis todo tipo de dudas.

Un saludo.

Reunión

ESTIMADOS ALUMNOS:

EL PRÓXIMO VIERNES, DURANTE EL RECREO, TENDREMOS UNA REUNIÓN PARA ULTIMAR LOS

DETALLES DEL DEBATE.

UN SALUDO

lunes, 2 de marzo de 2009

Hombre y mujer 10

Para que este blog no os resulte tan serio, hoy voy a haceros referencia a dos breves artículos aparecidos en “El País” del 13 y 27 de febrero.

Los dos artículos se basan, según se dice en ellos, en una encuesta realizada a más de 14.000 solteros en toda Europa por la empresa Lycos Europe. El tema va del hombre y mujer ideal.

Aviso. Desconozco los resultados de la encuesta. Sólo reflejo los que se aportan en el artículo que son bastante deficientes.

Dejo a un lado qué partes del cuerpo humano les resulta más atractivas a unos y otras. Pero sí queda claro que el cuerpo interesa a hombres y mujeres. También dejo a un lado algunos de los aspectos más frívolos (¿los más interesantes?).

Para ellas, el ideal de belleza masculina lo representa el latin lover ( como Antonio Banderas), mejor que los rubitos, tipo Brad Pitt. Les gusta que vistan con vaqueros, camiseta y americana. El sexo en la primera cita ya no está mal visto. Si nos gusta, ¿para qué esperar?, piensan casi la mitad de las encuestadas.

De todo el breve artículo, lo más interesante para nuestro debate es la pregunta ¿cuál sería la profesión ideal? La respuesta a la pregunta y el comentario de la periodista es la siguiente: Médico, abogado, directivo… Vamos, lo que sea, pero que garantice que ha pasado por la Universidad y que ni en tiempos de crisis su bolsillo se va a resentir. Y será por la citada crisis, pero si en algún momento artistas, poetas o gastrónomos tuvieron algún glamour, ahora lo han perdido: sólo un 10% los ha elegido.

Para ellos, el ideal de belleza femenina lo representa la latina castiza (Penélope Cruz, Salma Hayek); las rubias interesan bastaste menos. (Comentario de la periodista: “Pero la belleza pasa y muchos buscan en su complemento ideal a la cuidadora, madre de sus hijos y organizadora, y los kilitos de más no importan si cumplen con el ideal de pareja que vivieron en su infancia”, apunta Cristina Noëlle, psicóloga y sexóloga). Ellos quieren mujeres femeninas, con vestido o faldas. Los hay que se inclinan por unos vaqueros y una camiseta. Casi un 30% esperaría hasta la tercera cita para tener sexo (comparad con las chicas), aunque casi un 20% no esperaría si hay amor.

Dejo hablar a la periodista: Por mucho Ministerio de la Igualdad que haya, aunque las mujeres con profesiones liberales tienen su aquel, las que más gustan son maestras, trabajadoras sociales, profesoras de guardería… También están de capa caída las cantantes, escritoras… E incluso un inquietante 14% dice que no necesita trabajar… “Como decía antes, el hombre se siente más seguro con la mujer que cumpla con un papel parecido a sus progenitores. Su función de cuidadora es fundamental”, cuenta Noélle.

Hombres y mujeres no pecan igual

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Hombres y mujeres no pecan igual
El mayor 'vicio' de los varones es la lujuria y la soberbia el de las féminas, según un estudio del Vaticano sobre las diferencias entre sexos en el confesionario
ELPAÍS.com - Madrid - 18/02/2009

Una investigación realizada por el Vaticano asegura que tanto los hombres como las mujeres pecan, aunque de distinta forma. La flaqueza más común entre las féminas es la soberbia, mientras que entre los varones es la lujuria, informa la cadena británica BBC. La investigación, que publica el diario de la Santa Sede L'Osservatore Romano, se basa en un estudio del jesuita Roberto Busa, de 95 años, que ha analizado las diferencias entre hombres y mujeres en el confesionario.

El teólogo Wojciech Giertych explica en el periódico vaticano que los mayores vicios de los hombres son, por este orden, la lujuria, la gula, la pereza, la ira, la soberbia, la envidia y la avaricia. En el caso de las mujeres, la soberbia, la envidia, la ira, la lujuria y la pereza.

Según la tradición cristiana católica, los siete grandes pecados capitales son la lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia. La Penitenciaria Apostólica de la Santa Sede, que fija los castigos e indulgencias a los pecadores, actualizó el año pasado su lista de pecados para incluir otros más modernos que, según la Iglesia, prevalecerán en la era de la "imparable globalización". Se trata de la modificación genética, los experimentos con personas, la contaminación ambiental, la posesión o venta de drogas consideradas ilegales, la injusticia social, el causar pobreza y la codicia financiera.

La investigación se publica en un momento de preocupación por la disminución del número de confesiones. De acuerdo con la BBC, un estudio reciente del Vaticano señala que cerca de un tercio de los católicos considera que ese sacramento ya no es necesario, mientras que uno de cada diez lo ve como un obstáculo en su diálogo con Dios.


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miércoles, 25 de febrero de 2009

Navegando por la red

No recuerdo cómo dí con esta página web. Las cosas que dice parecen sensatas.Me ha llamado la atención las opiniones vertidas en los comentarios. Una tal Raquel afirma "estamos programadas para ser superiores" (?) Y la que firma como tsuxtine:
!la verdad es que sigo sin explicarme cómo no dominamos el mundo! (los signos de interrogación y de admiración son míos)
Tengo la impresión de que algunas mujeres quieren reproducir el pasado: el dominio de un miembro sobre el otro,... pero al revés.



Mutando a Rubia

domingo 28 de enero de 2007
Los hombres son de marte, las mujeres de venus



Esta mañana he leído un artículo sobre las diferencias entre el cerebro del hombre y la mujer. Lo que me sorprendió no es que encontrasen diferencias, no voy a entrar en obviedades sobre si somos iguales o no, a la vista está que los hombres y las mujeres somos diferentes. Lo que atrajo mi atención y consiguió despertarme y que me sentase hasta mal el desayuno fue comprobar que "científicos", hombres a los que considero cultos y que han invertido muchos años al estudio de las ciencias y a la investigación, sostengan teorías que dicen que la causa de que haya más hombres que mujeres en puestos científicos de primera fila se debe más a una menor aptitud innata femenina que a la discriminación. Explíquenme eso, por favor. Porque supongo que que las mujeres tengan acceso a estudios universitarios desde hace relativamente poco, en comparación con los hombres, supongo que eso no influye. Los puestos de primera fila que se refiere este hombre son los dinosaurios de la ciencia. Denles unos años a todas las chicas que están arrasando ahora en la universidad y se llevan todas las becas de doctorado.

Un estudio que publicó Science demostraba que los resultados en matemáticas de 220 mujeres empeoraban si se les recordaba que las mujeres eran peores en matemáticas. Esto no quiere decir que las mujeres seamos mejores que los hombre y si somos peores es porque los hombres se encargan de minar nuestra moral hasta que consiguen que seamos peores. Pero citando al autor del artículo "si creo que mis genes determinan mi peso, ¿me esforzaré por mantener mi dieta y hacer ejercicio?"

Estoy harta de escuchar que las mujeres somos peores en matemáticas y que lo que se nos da bien son las humanidades. NO, NO y NO. Yo estudio una carrera tradicionalmente de hombres y no soy brillante (como la mayoría de mis compañeros), pero en ningún momento he sentido que mis capacidades fuesen menos que las de cualquiera de ellos y estoy harta de oír lo contrario. Nunca he visto que hiciesen exámenes para chicos y exámenes para chicas. Han cambiando muchas cosas pero he oído muchas veces que las mujeres somos peores ingenieras. Y no en gente mayor precisamente, lo cual hasta podría excusar porque han recibido otra educación. Si no en gente de mi edad. Y sinceramente, estoy harta de sentir que tengo que demostrar algo. Estoy harta de tener que defenderme por algo que no he elegido y sentirme menospreciada por ello.

Cuando un hombre se equivoca, se equivoca él solo, pero cuando lo hace una mujer todas caemos con ella. Y si no, cuando hay un accidente de tráfico o alguien no consigue aparcar bien el coche y resulta que es mujer es automático meternos a todas en el saco. Pues mira, resulta que esa mujer incapaz de aparcar probablente ni siquiera se sacase el carnet en la misma autoescuela que yo, no la he visto en mi vida ni creo que la vuelva a ver, no tenemos nada en común salvo el hecho de ser mujer ¿por qué demonios tengo que defenderla? ¿Por qué demonios tengo que demostrar cada vez que cojo el coche que las mujeres somos perfectamente capaces de conducir sin tener ningún accidente? Es agotador. Aunque sería peor ser mujer y encima guapa porque entonces tienes doble trabajo, aunque no soy ninguna experta en eso.

¿Hasta cuando vamos a centrarnos en las cosas que nos separan cuando son muchas más las que nos unen?

Yo solo puedo dar un punto de vista. Y es cierto que a parte de comentarios desafortunados nunca he vivido ningún tipo de discriminación ni positiva ni negativa. También soy consciente de que puestos a ser mujer, prefiero ser mala ingeniera aquí que no tener siquiera la posibilidad de serlo. Pero todavía queda mucho camino por recorrer hasta la igualdad. No quiero entrar en debates absurdos sobre si las mujeres son mejor que los hombres, ni encender la llama de la discordia. Yo defiendo la igualdad. Solo daba mi opinión, y en mi opinión los límites de una persona no vienen impuestos por el sexo si no por la propia persona, cualquiera puede conseguir sus metas si es capaz de esforzarse por ellas independientemente de que sea hombre o mujer.



Publicado por txustine a las 23:03



4 comentarios:
Raquel dijo...
La igualdad de derechos, supongo, mi querida Txustine, porque por lo demás, genéticamente estamos programadas para ser superiores a ellos en todo salvo en fuerza bruta. Somos más listas, más fuertes, más capaces...

30 de enero de 2007 11:40
txustine dijo...
la verdad es que sigo sin explicarme por qué no dominamos el mundo

30 de enero de 2007 13:13
Anónimo dijo...
Creo, sinceramente, que porque no nos interesa...
Me ha encantado tu blog,gracias!
Kristinka

19 de septiembre de 2007 21:38
txustine dijo...
gracias por comentar kristinka, que alegria y susto al ver un comentario nuevo en una entrada antigua ^_^

20

La lucha por la dignidad

"La lucha por la dignidad" es el título de un libro de José Antonio Marina, escrito en colaboración con una jurista llamada María de la Válgoma. Cuentan el proceso histórico que nos ha llevado a disfrutar hoy de los derechos que tenemos. Sin embargo, la dignidad humana, por ahora, es sólo lucha por la dignidad, hay que colocarla más en el futuro que en el presente.

El capítulo VII está dedicado a "la lucha por la igualdad de la mujer". Aunque os pueda parecer largo el resumen, he tenido que prescindir de muchos datos interesantes. Por ello lo mejor que podríais hacer es leer el libro.


[…] Todos Salimos del vientre materno desnudos e iguales. Bueno, desnudos, sí; pero no iguales. Unos nacen hombres y otras mujeres. Nos interesa ver el tránsito de una diferencia real a una discriminación injusta.

[…] A pesar del intento de ciertos antropólogos para documentar un periodo matriarcal, los datos nos indican que la desigualdad social, económica y jurídica de la mujer es un dato casi universal. En la sociedad patriarcal su puesto está junto a los hijos, los esclavos, el ganado y otras propiedades del padre.

[…] Hasta 1975, el Código Civil español equiparaba la mujer casada a los niños, a los locos o dementes y a los sordomudos que no supieran leer ni escribir, por lo que se la prohibía contratar (art. 1263)… la mujer tenía la obligación legalmente impuesta de obedecer al marido. El artículo 57 del Código Civil dice textualmente: “El marido debe proteger a la mujer, y ésta obedecer al marido”.
Hasta 1975, sin licencia del marido no podía trabajar, ni abrir cuentas en un banco, ni obtener el pasaporte, ni el carnet de conducir. Si contraía matrimonio con un extranjero perdía la nacionalidad, y era considerada extranjera a todos los efectos…

En este afán por considerar incapaz a la mujer, hasta 1975 la mujer no tenía patria potestad sobre sus hijos. Pese a que la mayoría de edad se alcanzaba entonces a los 21 años, la mujer no podía abandonar la casa de sus padres hasta los 25. “salvo cuando sea para contraer matrimonio o para ingresar en un Instituto aprobado por la iglesia” (art. 321).[…]

Las luchas reivindicativas tienen que enfrentarse a intereses y a mitos legitimadores con los que aquellos pretenden adecentarse... En la discriminación de la mujer, funcionaron dos mitos legitimadores. Primero: La mujer es peligrosa. Segundo: La mujer es mentalmente inferior. Ambos recomendaban el mismo remedio: controlarlas, tutelarlas, atarlas en corro.

La documentación es tan conocida, que sólo mencionamos algunas perlas. En numerosos mitos griegos las mujeres aparecen como destructoras: las parcas cortaban el hilo de la vida; las amazonas eran unas crueles guerreras; las erinias, espantosas, locas y vengativas resultaban tan temibles que los griegos no se atrevían a pronunciar su nombre. En el origen de todos los males situaban a una figura femenina: Pandora. Pero hay más. Explicaban la aparición de la mujer como un castigo de Zeus a la arrogancia de Prometeo. Prometeo robó el fuego a los dioses y, en revancha, Zeus envía a la mujer como guardiana del fuego y tormento del transgresor. La figura de Eva en la tradición judeocristiana cumple el mismo papel.

[…] Una turba de escritores medievales afirmaban el carácter impuro de la sangre menstrual, citando con frecuencia La historia natural de Plinio. Prefiriendo copiar un libro a mirar la realidad, estos adoradores de lo escrito afirmaron con todo convencimiento que esa sangre cargada de maleficios impedía la germinación de las plantas, hacía morir la vegetación, provocaba el orín en el hierro y la rabia en los perros…

[…] En la Edad Media los penitenciales católicos prohibieron que la mujer que tuviera la regla comulgase, incluso que entrara en la iglesia. Se les prohibía también que ayudaran a misa, tocaran los vasos sagrados o accedieran a las funciones rituales…

El segundo mito legitimador fue la debilidad mental de la mujer. La imbecilitas de su naturaleza, que exige mantenerla bajo tutela. Tomás de Aquino resume una tradición de siglos al escribir:

La mujer necesita del varón no sólo para engendrar, como ocurre con los demás animales, sino incluso para gobernarse: porque el varón es más perfecto por su razón y más fuerte en virtud.

En 1330, el franciscano Álvaro Pelayo, de origen español, redacta a petición de Juan XXII un tratado en el que expone “los ciento dos vicios y fechorías de la mujer”. Al menos no eran infinitos. El más grave es su infantilismo. La mujer es crédula, se deja llevar por sus apetencias, es tan voluble como un niño, por eso no puede tener autonomía y debe estar siempre bajo la tutela del hombre. Frente a la racionalidad del varón, ella es un hervidero emocional. Los transmisores de esta idea fueron legión y de muy distintos pelajes. En nuestra cultura han tenido un triste protagonismo las iglesias cristianas. San Bernardino de Siena aconseja a los maridos que obliguen a sus mujeres a fregar diez veces los mismos platos: “mientras las mantengas activas no se quedarán asomadas a la ventana, y no se les pasará por la cabeza unas veces unas cosas y otras otra” […]
....................................................

Hay que elegir o lucha por la identidad o lucha contra la discriminación. La lucha por la identidad tiene que apelar a mecanismos de afirmación y de exclusión. Decir: tengo derecho a ser mujer, negro, gay, nacionalista, no nacionalista, es una postura de combate, más que una fórmula ética o jurídica. En muchas ciudades europeas se celebra “el día del orgullo gay”. Se trata de una manifestación de protesta contra una actitud social de rechazo. No es en el fondo una reclamación de un derecho a la diferencia, sino una reclamación del derecho a no ser discriminado por una diferencia. Cuando desaparezca el rechazo, esas manifestaciones de afirmación desaparecerán también. Entonces será tan extemporáneo hacer una manifestación del orgullo gay como hacer una manifestación del orgullo heterosexual.

La lucha por la no discriminación es más universal y está mejor fundada que la reivindicación de la diferencia. Lo importante es defender que no se puede privar a nadie de sus derechos personales por razones no legítimas. Los derechos fundamentales se poseen por participar de la naturaleza humana. Ésta es la gran percha, el gancho trascendental, del que dependen los derechos a la diferencia. No al revés. Las otras alternativas son peligrosas. Si se poseen derechos por poseer un rasgo no universal –el sexo, el color, la raza, la clase, la religión- estamos sometidos irremediablemente al dominio de la fuerza. Siempre es la fuerza la que impone la discriminación injusta.[…]

Postdata: Cuando ya está redactado el capítulo recibimos el Estado de la población mundial, publicado por el Fondo de población de Naciones Unidas, en el que se denuncia que una de cada tres mujeres sufre malos tratos o abusos sexuales. Según el Banco Mundial, en los países industrializados, las mujeres de quince a cuarenta y cuatro años pierden el 20% de su vida laboral como resultado de la violencia sexual. La injusticia continúa.












lunes, 23 de febrero de 2009

¿Qué opinas?

El laberinto sentimental

Estimados alumnos: El brevísimo resumen que hoy os propongo está sacado del libro "El laberinto sentimental" de José Antonio Marina. Este filósofo es el autor de los libros de textos de 4º de ESO y 1º de Bachillerato que tenemos en el Centro. Un magnífico filósofo.
Lo que quiere destacar el autor del libro está muy claro: la importancia de la educación en la formación del ser humano. Dependiendo de cómo nos socialicemos así será nuestro carácter. Esto vale tanto para explicar el grado de agresividad que manifiestan los individuos pertenecientes a una determinada sociedad (aunque no sólo) , como para "moldear" el carácter masculino y femenino.


“Sexo y temperamento” no es lo que el título sugiere . Es un bello libro de antropología con el que Margaret Mead quiso responder a una pregunta: ¿Lo que llamamos feminidad y masculinidad son caracteres biológicos o productos culturales? Para averiguarlo se fue, ni corta ni perezosa a estudiar tres tribus de Nueva Guinea: los arapesh, los mundugumor y los tchambuli. A pesar de vivir relativamente cerca, a menos de doscientos kilómetros, las diferencias son sorprendentes.

Los arapesh son un pueblo cooperador y amistoso que carece de organización política… Trabajan juntos, todos para todos… El beneficio propio parece detestable… Para los arapesh el mundo es un jardín que hay que cultivar… Los niños son el centro de atención. La educación entera es educación sentimental. No hace falta que el niño aprenda cosas, pues lo importante es suscitar en él un sentimiento de confianza y seguridad. Hacerle bondadoso y plácido eso es lo importante…

A ciento sesenta kilómetros de los arapesh viven los mundugumor, que han creado una cultura áspera, incómoda, malhumorada. Todo parece fastidiarles, lo que no es de extrañar porque su organización fomenta un estado de cabreo perpetuo. Habitualmente sólo las mujeres se reúnen, mientras que los hombres se observan de lejos con desconfianza. Los niños son educados para sentirse incómodos ante los mayores… Las uniones sexuales son rápidas y violentas. El carácter ideal es común para ambos sexos pues se espera que tanto hombres como mujeres sean agresivos, celosos y estén siempre en perpetua competencia, dispuestos a vengar cualquier insulto. En fin, que parecen occidentales.

Margaret Mead visitó un tercer pueblo, los tchambuli. De nuevo cambia el paisaje sentimental. Hay una inversión de los papeles sociales. Las mujeres se ocupan de las cuestiones económicas, pescan, tejen, comercian, administran el dinero, mientras los hombres viven para el arte y el espectáculo. Las mujeres los tratan con amabilidad, tolerancia y aprecio… Como son las dueñas del dinero obsequian y regalan a sus maridos, a cambio de languidecientes miradas y suaves palabras… El interior de una casa tchambuli muestra a ojos vistas su organización social. Las mujeres firmemente instaladas en el centro de la habitación, mientras que los hombres se sitúan junto a las paredes, cerca de las puertas, con un pie en la escalera, sintiéndose poco queridos, apenas tolerados, y dispuestos siempre a refugiarse en la casa de los hombres, donde preparan su propia comida, recogen su leña, viven como solteros en un estado de mutua desconfianza y de común incomodidad.