domingo, 9 de enero de 2011

SALVAR A LOS CRISTIANOS DE ORIENTE

Con este título escribe Bernard-Henri Lévy un nuevo artículo en defensa de los cristianos. Se refiere en él al atentado que “la noche del Año Nuevo, causó 21 muertos y 79 heridos entre los fieles de la iglesia de Al Kidissine, en Alejandría” (Egipto). Según todos los indicios, ha sido obra de islamistas fanáticos.
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… Este atentado era la culminación de una serie de ataques que, en Nigeria, Filipinas y otros lugares, habían ensangrentado la noche de Navidad. Tenía lugar al término de un año marcado, entre otras cosas, por la matanza de la catedral de Bagdad. De forma que es cada vez menos discutible que estamos ante una persecución de masas en toda regla. ¿Difícil de concebir, dado que se trata de una religión que durante mucho tiempo fue dominante, por no decir dominadora e intolerante? Tal vez. Pero, sin embargo, cierto. Y Benedicto XVI tiene sobrados motivos para afirmar que actualmente los cristianos son el grupo religioso que sufre “el mayor número de persecuciones” en el mundo.
… Ni que decir tiene que el Islam está, en este asunto, en una encrucijada. O se obstina en la negación y en el lenguaje engañoso; continúa hablando de “actos aislados”, como la policía de Mubarak; se empeña, como el mismo Mubarak, en ver en estos baños de sangre una violencia contra “el país entero” y no contra una comunidad en particular… O bien se impone el coraje; los intelectuales musulmanes salen de su ensordecedor y terrible silencio…y tal vez tengamos una oportunidad de evitar el choque de culturas que algunos desean de todo corazón, pero hay que conjurar a cualquier precio.
En cuanto a los demás, todos los demás, ¿qué deben hacer?
Antes que nada, no caer en la trampa de la falsa simetría. “¿Vosotros no queréis iglesias? Nosotros no queremos mezquitas”. El cometido de los demócratas es elevar al prójimo por encima de sí mismos, nunca alinearse con sus peores bajezas.
No ceder tampoco al eterno argumento de los cobardes: “Cuidado con pasarse. Al defender a esas gentes, las señaláis. Al señalarlas, las ponéis en peligro”… Al revés, hay que hablar. Hablar cuanto sea necesario. Dar fe. Indignarse. E incluso, los que pueden, rezar. Sí. ¿Por qué no, en efecto, ya que en el fondo se trata de eso, por qué no una plegaria ecuménica pronunciada con una única voz por autoridades de las tres religiones del Libro?...
Diario “El país”, 9 de enero de 2011.

1 comentario:

  1. Hola, me encanta como llevas tu blog y yo estoy buscando algo parecido en el mio, me gustaria que te pasases: www.elporquedetodaslascosas.blogspot.com

    Un saludo.

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