¿VUELVE EL CRUCIFIJO A LAS AULAS?

Es lo que se deduce de una reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Aún cuando la sentencia se circunscribe a Italia, entiendo que podría hacerse extensiva a otros países como España.
¿Estamos retrocediendo en Europa en lo que se refiere a la libertad religiosa?
Os hago un resumen de la noticia.
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…La Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos humanos… decidió que la presencia de crucifijos en las aulas de las escuelas italianas “no viola el derecho de los padres a asegurar la educación de sus hijos de acuerdo con sus convicciones religiosas o filosóficas” ni constituye adoctrinamiento para el alumno.
La sentencia del TEDH supone un cambio de rumbo en la jurisprudencia de este tribunal por cuanto rectifica en su postura admitiendo los símbolos religiosos en las aulas… y va más allá dejando este aspecto, la cuestión religiosa y la neutralidad del Estado en manos de los países. Entre los argumentos que aduce el TEDH para tolerar la presencia de estos signos se encuentra el que, en el caso de Italia, el crucifijo no supone un factor de adoctrinamiento, pero que esta apreciación podría ser distinta para otros países, dejando por tanto la puerta abierta a la libre apreciación en las distintas legislaciones de los países.
Esta decisión ha sido recibida de forma positiva por el Consejo de Estado italiano y por la Iglesia católica, asimismo, la ministra de educación declaró que “se trata de un gran respaldo a la defensa de un símbolo irrenunciable de la historia y la identidad italianas”, pues además, en palabras de el presidente del Pontificio Consejo para la Cultura del Vaticano “el crucifijo es uno de los grandes símbolos de occidente” afirmando que “si Europa pierde la herencia cristiana” pierde también “su propio rostro”.
Las opiniones en contra de la sentencia no se han hecho esperar desde distintos ámbitos que ven amenazado la idea de laicidad e imparcialidad que debe presidir en un Estado, así Juan Ferreiro, profesor de Derecho Eclesiástico del Estado opina que la sentencia no es precisa a la hora de establecer principios de identidad europeos sobre la laicidad, y que “el contexto más idóneo para que prevalezca la libertad de los individuos es el neutral”. En España, las organizaciones laicas tampoco ven con buenos ojos esta vuelta de tuercas, y creen que la decisión del tribunal ha sido motivada por razones políticas… Creemos que en este asunto, como en otros tantos, la ciudadanía va por delante de la política, y esta, de los jueces…
“No sé si la ciudadanía va por delante, a veces no”, dice la portavoz de Somos Iglesia… “Pero nosotros, católicos, creemos que en España estos símbolos no representan más que el nacional-catolicismo. Un crucifijo presidiendo el aula no es deseable, porque hay que ver cómo integrar a ateos, católicos y de cualquier creencia…
Pero no opina lo mismo, ni parecido, el secretario general de la Federación de colegios católicos…: “Esta sentencia introduce cordura. Un crucifijo en la pared no es un acto impositivo, sino que puede ser interpretado como un instrumento de diálogo…”
Diario "El País", 19 de marzo de 2011.