Rebuscando entre mis papeles, me encuentro con un artículo de prensa publicado en el
ABC, con fecha 11-03-09. Lo firma Alfonso Armada. Su título es "En manos del mal" y el subtítulo "Un rasgo "muy" humano". Está escrito a los seis años de la matanza de Atocha. El diario quiso recordar este terible acto terrorista con la publicación del presente artículo. Como vais a leer es una reflexión sobre la maldad humana. Si el articulista se presentara al debate y pudiera defender la tesis que él considera más aceptable (si hemos progresado o no moralmente), supongo, por lo que he deducido, que la cosa quedaría en tablas, dado que, piensa el autor, el mal es inherente a la naturaleza humana. Como la naturaleza humana no cambia, tan malo puede ser el hombre de hoy (independientemente del país o cultura a la que pertenezca) como el hombre de otras épocas anteriores.
Dado que el texto es algo largo y denso,aunque os haga un resumen, lo voy a dividir en dos partes.Hoy os entrego la primera. Vale la pena que os esforceis en su lectura.
EN MANOS DEL MAL
UN RASGO "MUY" HUMANO
El mal nos acompaña, forma parte del tejido del mundo, de la naturaleza humana. En la introducción a "El trauma alemán. Testimonios cruciales de la ascendencia y caída del nazismo", Gitta Sereny evoca cuándo se dio cuenta del "impacto del desprecio de la ideología nazi por los seres humanos". Ese desprecio necesario para matar, para exterminar, sin conciencia de hacer el mal, o sin que esa conciencia inhiba al asesino, al terrorista, al fanático, al militante, al torturador. Por eso lo que suelen hacer los agenetes del mal es deshumanizar a sus víctimas, convertirlas en cucarachas, en objetivos "legítimos", como hace ETA, en seres inferiores, como hacen los talibanes a las mujeres... Confiesa Sereny que su motivación se ha basado siempre... "en la curiosidad por descubrir qué es lo que lleva a los seres humanos a caer, con tanta frecuencia y tanta facilidad, en la violencia y en la inmoralidad". Sus horrendas exhibiciones de fuerza están por todas partes, y la de la mañana del 11 de marzo de 2003 en Madrid conmovió hasta los tuétanos por su cercanía, su ferocidad y su carácter indiscriminado. Al ensañarse con los inocentes, abruma y, a menudo, nubla la razón. Conviene preguntarse por su naturaleza una vez establecida la certeza de que, como advierte el general Vicente Díaz de Villegas, que estuvo al frente de las fuerzas de la ONU en el Congo, "el mal existe y el que diga otra cosa es que es tonto".
... Algunas características del mal público del presente podrían ser la mayor escala de su producción, su dependencia de la técnica o la implicación de más gente, ya sea como cómplices o como espectadores desentendidos. Pero lo más grave sería que, dado el relativismo cultural y moral reinante, ese mal no provocara una firme actitud que lo condene sin reservas... Acerca del concepto ideado por Hannah Arendt (se refiere a la "banalidad del mal"), Aurelio Arteta piensa que... la banalidad del mal " no significa que su daño sea desdeñable ni tampoco que sean estúpidos los propósitos últimos de sus inspiradores. Lo banal estriba en la desproporción entre los motivos de quienes lo ejecutan y la enormidad de los daños causados; en la inconsciencia con que a menudo se llevan a cabo...
CONSUSTANCIAL AL CORAZÓN
Abre juego el filósofo José Luis Pardo con el autor de "La paz perpetua": Decía Kant que el mal es al menos tan consustancial al corazón del hombre como el bien. Lo que hace inevitable que podamos ser malos es lo mismo que explica que podamos ser buenos, a saber, que somos libres y que somos mortales. Este es el motivo de que el mal no pueda extirparse de nosotros, porque habría que extirpar al mismo tiempo la libertad y la mortalidad. Esto ya es decir que si hemos de estar especialmente precavidos contra alguna clase de mal será contra ese que consiste en la promesa de que alguien o algo nos liberará definitivamente del mal (es decir de nuestra mortalidad y vulnerabilidad), porque, además de ser una promesa incumplible, nos exige a cambio el sacrificio de la libertad, y sin ella tampoco podemos ya ser buenos ni llevar una vida digna de ser vivida, lo cual nos hace más proclives a justificar el sacrificio de las libertades y de las vidas ajenas.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
viernes, 6 de noviembre de 2009
CIUDADANOS DEL MUNDO
Es el título de un libro de una magnífica filósofa llamada Adela Cortina. Del libro, en este momento, me interesa la cuestión que más adelante os reproduzco.
Os hago una introducción.Un relativista moral podría objetar que el tema del debate (si ha habido progreso moral o no) ni siquiera se puede plantear, porque ello supone, tanto si respondemos afirmativa como negativamente, dar por supuesto que hay unos criterios objetivos, únicos, e inmutables, conforme a los cuales juzgamos. Pero como sabéis, un relativista afirma que el valor y la existencia misma de los valores los determina cada sociedad en cada momento. Por consiguiente, lo que en una determinada sociedad está bien considerado o valorado, podría no estarlo en otra... Y sólo podríamos juzgar los comportamientos de aquellos individuos de la sociedad a la que pertenecemos, pero no a cualquier sociedad distinta o anterior a la nuestra.
Para hacer más comprensible lo anterior os pongo un ejemplo. Si, en el momento actual, un individuo defendiera, de veras,la esclavitud,(aunque es difícil de imaginar) nuestro juicio moral sobre él sería muy negativo. Vemos con tanta claridad que la esclavitud es un hecho reprobable que ni siquiera nos creeríamos en la necesidad de justificarlo.
Cambio de época, la Grecia del siglo IV a.C. El gran Aristóteles sentenciará: "el esclavo lo es por naturaleza". Y esto lo dijo alguien que escribió magníficos libros de ética. ¿Pensaríamos que Aristóteles fue un inmoral? No. Pensaríamos que Aristóteles participaba de la mentalidad propia de la época.
El argumento relativista parece tan convincente que, en este preciso momento, casi me siento obligado a deciros: dado que no podemos pronunciar ni una sola palabra sobre el tema, propongo otro distinto.
Es una broma. El debate de este año es el más apasionante de todos los celebrados. Ya os diré, en otro momento, por qué. Ahora, acude en mi ayuda Adela Cortina.
"Aunque los valores sean cualidades reales de las personas, las acciones, los sistemas o las cosas, también es verdad que a lo largo de la historia y en las diferentes culturas hemos ido descubriendo matices diversos en el contenido de cada uno de ellos. Y este descubrimiento progresivo ha despertado, como es obvio, la sospecha de que su valía es relativa a las distintas épocas y culturas, de donde parece concluirse que nada puede afirmarse universalmente en relación con los valores, sino que es preciso atenerse a cada una de las épocas y culturas.
Sin embargo, una afirmación semejante pierde fuerza cuando nos percatamos de que, ciertamente, hay una evolución en el contenido de los valores morales, pero una evolución que implica un progreso en el modo de percibirlos, de suerte que las etapas posteriores en el desarrollo moral entienden cómo los han percibido en las anteriores, pero lo consideran insuficiente. Lo cual significa que la evolución de la moral no es simple cambio, sino progreso, y que volver a etapas anteriores significa no sólo cambiar, sino retroceder. En este punto es sumamente útil la Teoría de la Evolución Social de Habermas, su teoría de la evolución de la conciencia moral de las sociedades, cuya clave consiste en afirmar que las sociedades aprenden no sólo técnicamente, sino también moralmente, y que este aprendizaje va acuñando la forma de conocer de sus miembros, de forma que volver a una etapa anterior significa retroceder.
De la misma manera que la formación de la conciencia moral en el individuo supone, según Kohlberg, un progreso en tres niveles -preconvencional, convencional, postconvenciona (*)- , también la conciencia moral de las sociedades los ha recorrido. Tratándose en ambos casos de ese proceso de "degustación", por el que vamos comprobando qué valores acondicionan mejor nuestra existencia, y sobre todo qué forma de realizarlos, de ponerlos en práctica.
... El relativismo carece, entonces, de base, porque hemos ido aprendiendo al hilo de los siglos, que cualquier ser humano, para serlo plenamente, debería ser libre y aspirar a la igualdad entre los hombres, debería ser justo, solidario y respetar activamente su propia persona y a las demás personas, trabajar por la paz y el desarrollo de los pueblos, conservar el medio ambiente y entregarlo a las generaciones futuras no peor que lo hemos recibido, hacerse responsable de aquellos que le han sido encomendados y estar dispuesto a resolver mediante el diálogo los prblemas que pueden surgir con aquellos que comparten con él el mundo y la vida"
Cortina, Adela. ciudadanos del mundo.
* En clase explicaremos el significado de estos términos.
Termino haciendo un ruego. Este blog se enriquecería muchísimo con vuestra participación. Espero que aportéis vuestras opiniones o que planteéis las dudas que tengais.
Un saludo.
Os hago una introducción.Un relativista moral podría objetar que el tema del debate (si ha habido progreso moral o no) ni siquiera se puede plantear, porque ello supone, tanto si respondemos afirmativa como negativamente, dar por supuesto que hay unos criterios objetivos, únicos, e inmutables, conforme a los cuales juzgamos. Pero como sabéis, un relativista afirma que el valor y la existencia misma de los valores los determina cada sociedad en cada momento. Por consiguiente, lo que en una determinada sociedad está bien considerado o valorado, podría no estarlo en otra... Y sólo podríamos juzgar los comportamientos de aquellos individuos de la sociedad a la que pertenecemos, pero no a cualquier sociedad distinta o anterior a la nuestra.
Para hacer más comprensible lo anterior os pongo un ejemplo. Si, en el momento actual, un individuo defendiera, de veras,la esclavitud,(aunque es difícil de imaginar) nuestro juicio moral sobre él sería muy negativo. Vemos con tanta claridad que la esclavitud es un hecho reprobable que ni siquiera nos creeríamos en la necesidad de justificarlo.
Cambio de época, la Grecia del siglo IV a.C. El gran Aristóteles sentenciará: "el esclavo lo es por naturaleza". Y esto lo dijo alguien que escribió magníficos libros de ética. ¿Pensaríamos que Aristóteles fue un inmoral? No. Pensaríamos que Aristóteles participaba de la mentalidad propia de la época.
El argumento relativista parece tan convincente que, en este preciso momento, casi me siento obligado a deciros: dado que no podemos pronunciar ni una sola palabra sobre el tema, propongo otro distinto.
Es una broma. El debate de este año es el más apasionante de todos los celebrados. Ya os diré, en otro momento, por qué. Ahora, acude en mi ayuda Adela Cortina.
"Aunque los valores sean cualidades reales de las personas, las acciones, los sistemas o las cosas, también es verdad que a lo largo de la historia y en las diferentes culturas hemos ido descubriendo matices diversos en el contenido de cada uno de ellos. Y este descubrimiento progresivo ha despertado, como es obvio, la sospecha de que su valía es relativa a las distintas épocas y culturas, de donde parece concluirse que nada puede afirmarse universalmente en relación con los valores, sino que es preciso atenerse a cada una de las épocas y culturas.
Sin embargo, una afirmación semejante pierde fuerza cuando nos percatamos de que, ciertamente, hay una evolución en el contenido de los valores morales, pero una evolución que implica un progreso en el modo de percibirlos, de suerte que las etapas posteriores en el desarrollo moral entienden cómo los han percibido en las anteriores, pero lo consideran insuficiente. Lo cual significa que la evolución de la moral no es simple cambio, sino progreso, y que volver a etapas anteriores significa no sólo cambiar, sino retroceder. En este punto es sumamente útil la Teoría de la Evolución Social de Habermas, su teoría de la evolución de la conciencia moral de las sociedades, cuya clave consiste en afirmar que las sociedades aprenden no sólo técnicamente, sino también moralmente, y que este aprendizaje va acuñando la forma de conocer de sus miembros, de forma que volver a una etapa anterior significa retroceder.
De la misma manera que la formación de la conciencia moral en el individuo supone, según Kohlberg, un progreso en tres niveles -preconvencional, convencional, postconvenciona (*)- , también la conciencia moral de las sociedades los ha recorrido. Tratándose en ambos casos de ese proceso de "degustación", por el que vamos comprobando qué valores acondicionan mejor nuestra existencia, y sobre todo qué forma de realizarlos, de ponerlos en práctica.
... El relativismo carece, entonces, de base, porque hemos ido aprendiendo al hilo de los siglos, que cualquier ser humano, para serlo plenamente, debería ser libre y aspirar a la igualdad entre los hombres, debería ser justo, solidario y respetar activamente su propia persona y a las demás personas, trabajar por la paz y el desarrollo de los pueblos, conservar el medio ambiente y entregarlo a las generaciones futuras no peor que lo hemos recibido, hacerse responsable de aquellos que le han sido encomendados y estar dispuesto a resolver mediante el diálogo los prblemas que pueden surgir con aquellos que comparten con él el mundo y la vida"
Cortina, Adela. ciudadanos del mundo.
* En clase explicaremos el significado de estos términos.
Termino haciendo un ruego. Este blog se enriquecería muchísimo con vuestra participación. Espero que aportéis vuestras opiniones o que planteéis las dudas que tengais.
Un saludo.
domingo, 25 de octubre de 2009
NUEVO DEBATE. CURSO 2009-2010
¿HA HABIDO PROGRESO MORAL?
Antes de responder a la pregunta es preciso aclarar el sentido de aquello que se pregunta. Si bien el término "progreso" está bastante claro (La RAE da dos definiciones: 1. Acción de ir hacia adelante. 2. Aumento, adelantamiento, perfeccionamiento), no ocurre lo mismo con el término "moral". En este caso lo que el diccionario nos dice no abarca los múltiples significados que tiene y ha tenido a lo largo de la historia.
Para complicar aún más el asunto, los filósofos suelen distinguir entre ética y moral. Así lo hace J.A. Marina. En su libro de texto de 4º curso podeis analizar las diferencias.
En cambio, Savater en "Ética para Amador" no distingue entre uno y otro vocablo. Nosotros vamos a hacer lo mismo. Esto no significa que si el alumno lo considera necesario para defender la tesis que tenga que defender, distinga conceptualmente ambos términos.
Podemos creer que los hombres siempre han pensado que la historia camina hacia más y mejor. No ha sido así. La idea que ha prevalecido hasta el siglo XVIII fue la de que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Esta forma de pensar tiene raices religiosas. En casi todas las culturas se sitúa la edad de oro en los comienzos de los tiempos. Recordad que Adán y Eva, antes de ser castigados a vivir en la tierra vivieron en el paraíso, un lugar en el que no se conocía el dolor, la enfermedad y ...no había que estudiar.
Con la Ilustración se va a imponer la idea de que la humanidad caminará por la senda del prgreso de una manera inevitable, siempre que el hombre se comporte racionalmente y pueda gozar de libertad.
El progreso, tal como lo entendieron los ilustrados, no se limitaba al aspecto científico-técnico, sino en el orden moral, entendido éste como la consecución de un mundo más justo y una vida más feliz.
Sin embargo, los hechos ocurridos con posterioridad acabaron con el optimismo ilustrado. El siglo XX ha sido el más sangriento de la historia. Lo demuestran las guerras y los genocidios. En la primera guerra mundial murieron 23.000.000 de personas; en la segunda, 45.000.000(de entre ellos, 6.000.000 de judíos). Podríamos continuar esta estadísitca de muerte con las persecuciones políticas en la URRSS (25.000.000), persecuciones políticas en China (35.000.000, la guerra civil de Camboya (2.500.000), etc, etc...
A nadie se le escapa comprobar la enorme distancia que se ha creado entre el progreso científico-técnico y el moral. Acabo de leer el periódico. El grueso de las noticias lo ocupan actos de violencia (guerras, terrorismo,asesinato de mujeres a manos de sus parejas,violencia juvenil, corrupción...
Después de ésto, ¿queda alguna duda sobre si ha habido progreso moral? ¿No habría que afirmar que, más bien, hemos retrocedido, o que,como mínimo, somos igual de brutales que el hombre de las cavernas?
Releo lo escrito. La conclusión a la que se llega parece clara. Pero mi papel en este blog es ayudaros tanto a los que defendais el sí como el no. Por ello, termino esta primera entrada con un texto optimista. Pertenece a J.A. Marina y lo dice en un libro que os recomiendo.
"Cuando los seres humanos se libran de la miseria, de la ignorancia, del miedo, del dogmatismo y del odio -elementos claramente interrelacionados- evolucionan de manera muy parecida hacia la racionalidad, la libertad individual,la democracia, las seguridades jurídicas y las políticas de solidaridad. Hay una clara convergencia histórica. Y creemos que ha habido un continuado progreso moral, lo cual va sin duda en contra de la moda. Admitir algún progreso se empieza a tomar como síntoma de debilidad mental. Los predicadores de la decadencia adolecen de una nostalgia injustificada. Nadie que desconociera la situación social que le iba a corresponder, es decir, que no supiera si le tocaría ser esclavizador o esclavo, negro o blanco, hombre o mujer, desearía volver a ese pasado oscuro y selvático. O sea, que el elogio del pasado es una astucia de aspirantes a privilegiados. Creemos que Bobbio, un prestigiosísimo filósofo del derecho tiene razón cuando escribe que la historia de los derechos del hombre es "un signo del progreso moral de la humanidad"
J.A.Marina, "La lucha por la dignidad."
PD. Compartimos con Marina que la moral tiene como objetivo la felicidad personal y la felicidad objetiva; es decir, la justicia.
Antes de responder a la pregunta es preciso aclarar el sentido de aquello que se pregunta. Si bien el término "progreso" está bastante claro (La RAE da dos definiciones: 1. Acción de ir hacia adelante. 2. Aumento, adelantamiento, perfeccionamiento), no ocurre lo mismo con el término "moral". En este caso lo que el diccionario nos dice no abarca los múltiples significados que tiene y ha tenido a lo largo de la historia.
Para complicar aún más el asunto, los filósofos suelen distinguir entre ética y moral. Así lo hace J.A. Marina. En su libro de texto de 4º curso podeis analizar las diferencias.
En cambio, Savater en "Ética para Amador" no distingue entre uno y otro vocablo. Nosotros vamos a hacer lo mismo. Esto no significa que si el alumno lo considera necesario para defender la tesis que tenga que defender, distinga conceptualmente ambos términos.
Podemos creer que los hombres siempre han pensado que la historia camina hacia más y mejor. No ha sido así. La idea que ha prevalecido hasta el siglo XVIII fue la de que "cualquier tiempo pasado fue mejor". Esta forma de pensar tiene raices religiosas. En casi todas las culturas se sitúa la edad de oro en los comienzos de los tiempos. Recordad que Adán y Eva, antes de ser castigados a vivir en la tierra vivieron en el paraíso, un lugar en el que no se conocía el dolor, la enfermedad y ...no había que estudiar.
Con la Ilustración se va a imponer la idea de que la humanidad caminará por la senda del prgreso de una manera inevitable, siempre que el hombre se comporte racionalmente y pueda gozar de libertad.
El progreso, tal como lo entendieron los ilustrados, no se limitaba al aspecto científico-técnico, sino en el orden moral, entendido éste como la consecución de un mundo más justo y una vida más feliz.
Sin embargo, los hechos ocurridos con posterioridad acabaron con el optimismo ilustrado. El siglo XX ha sido el más sangriento de la historia. Lo demuestran las guerras y los genocidios. En la primera guerra mundial murieron 23.000.000 de personas; en la segunda, 45.000.000(de entre ellos, 6.000.000 de judíos). Podríamos continuar esta estadísitca de muerte con las persecuciones políticas en la URRSS (25.000.000), persecuciones políticas en China (35.000.000, la guerra civil de Camboya (2.500.000), etc, etc...
A nadie se le escapa comprobar la enorme distancia que se ha creado entre el progreso científico-técnico y el moral. Acabo de leer el periódico. El grueso de las noticias lo ocupan actos de violencia (guerras, terrorismo,asesinato de mujeres a manos de sus parejas,violencia juvenil, corrupción...
Después de ésto, ¿queda alguna duda sobre si ha habido progreso moral? ¿No habría que afirmar que, más bien, hemos retrocedido, o que,como mínimo, somos igual de brutales que el hombre de las cavernas?
Releo lo escrito. La conclusión a la que se llega parece clara. Pero mi papel en este blog es ayudaros tanto a los que defendais el sí como el no. Por ello, termino esta primera entrada con un texto optimista. Pertenece a J.A. Marina y lo dice en un libro que os recomiendo.
"Cuando los seres humanos se libran de la miseria, de la ignorancia, del miedo, del dogmatismo y del odio -elementos claramente interrelacionados- evolucionan de manera muy parecida hacia la racionalidad, la libertad individual,la democracia, las seguridades jurídicas y las políticas de solidaridad. Hay una clara convergencia histórica. Y creemos que ha habido un continuado progreso moral, lo cual va sin duda en contra de la moda. Admitir algún progreso se empieza a tomar como síntoma de debilidad mental. Los predicadores de la decadencia adolecen de una nostalgia injustificada. Nadie que desconociera la situación social que le iba a corresponder, es decir, que no supiera si le tocaría ser esclavizador o esclavo, negro o blanco, hombre o mujer, desearía volver a ese pasado oscuro y selvático. O sea, que el elogio del pasado es una astucia de aspirantes a privilegiados. Creemos que Bobbio, un prestigiosísimo filósofo del derecho tiene razón cuando escribe que la historia de los derechos del hombre es "un signo del progreso moral de la humanidad"
J.A.Marina, "La lucha por la dignidad."
PD. Compartimos con Marina que la moral tiene como objetivo la felicidad personal y la felicidad objetiva; es decir, la justicia.
miércoles, 22 de abril de 2009
ÚLTIMA ENTRADA
En esta última "entrada" no voy a reproducir ningún artículo de prensa ni resumir texto alguno relacionado con el tema del debate que es, en su mayor parte, lo que este blog contiene.
Cuando queda un día para el inicio de los debates, quiero felicitar a los 20 alumnos que vais a participar en ellos.
También quiero deciros que,aunque son dos grupos los que ganan, aquí, nadie pierde. Y nadie pierde porque estáis teniendo -por dura- una magnífica experiencia que, como ya estaréis presintiendo, se va a intensificar en el desarrollo de los debates.
En la vida, los auténticos perdedores son los que por temor al fracaso,a hacer el ridículo, al qué dirán... no se implican en empresa alguna. No se equivocarán nunca pero, desde luego, tampoco podrán decir aquello de "confieso que he vivido".
Un saludo y hasta otra.
Conrado Herrero
Cuando queda un día para el inicio de los debates, quiero felicitar a los 20 alumnos que vais a participar en ellos.
También quiero deciros que,aunque son dos grupos los que ganan, aquí, nadie pierde. Y nadie pierde porque estáis teniendo -por dura- una magnífica experiencia que, como ya estaréis presintiendo, se va a intensificar en el desarrollo de los debates.
En la vida, los auténticos perdedores son los que por temor al fracaso,a hacer el ridículo, al qué dirán... no se implican en empresa alguna. No se equivocarán nunca pero, desde luego, tampoco podrán decir aquello de "confieso que he vivido".
Un saludo y hasta otra.
Conrado Herrero
domingo, 19 de abril de 2009
EL FRACASO ESCOLAR, ¿CUESTIÓN DE SEXO?
Con este título se abordan, en "El País" del 12 de abril, dos cuestiones. La primera es la relación entre sexo y fracaso en los estudios, tanto a nivel de Enseñanzas Medias como de Universidad. La segunda, es la conveniencia o no de separar los sexos en las escuelas con el fin de aumentar el rendimiento de ambos.En el resumen que paso a realizar esta segunda cuestión la vamos a dejar a un lado, porque es tan importante que merecería otro debate.
... Reconozcámoslo abiertamente: el desastre del elevado fracaso educativo español (30,8% en 2006) y el abandono escolar temprano son un asunto esencialmente masculino. Sin la abultada contribución de los varones a ese descalabro, en el que la inmigración contribuye sólo en una porción mínima, las alumnas españolas no estarían muy por debajo de la media educativa de los países de la Organización para la cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), establecida en el Informe Pisa. Y lo que tenemos,en la antesala de la sociedad del conocimiento es que más del 36% de los muchachos y el 25% de las chicas salen del sistema escolar sin ni siquiera haber cubierto la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO)...
¿Vamos a un modelo de pareja común en la que el varón es manifiestamente más iletrado que la mujer? Porque en la educación, el sexo débil es claramente el masculino... En los últimos años, el porcentaje de licenciaturas universitarias conseguido por las mujeres se sitúa en torno al 61%. Y eso, pese a que las chicas continúan estando más retrasadas en las asignaturas de matemáticas y física y que, por lo mismo, siguen mostrándose reticentes ante las carreras científico-técnicas. La Directora del Instituto de la Mujer, Rosa Perís, achaca a razones culturales esa pobre representación femenina, cercana al 30%.
... Los propios estudios del Ministerio de Educación establecen que entre los estudiantes que acaban la ESO el porcentaje de varones repetidores (49%) dobla, prácticamente, al de las mujeres (26%)...
... El porcentaje de chicas que se gradúan en la enseñanza postobligatoria (Bachillerato, en la rama académica) supera en 12 puntos al de los hombres. El 58,25% de los alumnos que se matricularon en la Universidad en 2007 fueron mujeres.
¿Qué está pasando para que este fenómeno, generalizado dentro del mundo desarrollado se produzca en nuestro país de forma bastante más acusada? Aceptando que el nivel de inteligencia es igual entre los sexos y que la escuela tiene vocación igualitaria (a diferencia en, muchos casos, de la familia y del mercado de trabajo) las explicaciones se centran, sobre todo, en la más temprana maduración física y psíquica de las mujeres. "No se puede generalizar, pero a ciertas edades, las chicas son más espabiladas" sostiene Dolores Villalba, directora de un colegio público de Primaria. "maduran antes, son más constantes y estudiosas" apunta, a su vez, Juan José Nieto, director de un instituto de Secundaria.
Encuestas llevadas a cabo en una serie de institutos muestran que en la ESO y el Bachillerato los chicos estudian una media de tres horas semanales, mientras que las chicas dedican a esa tarea alrededor de ocho...También se implican más en la clase. "De ocho manos que se levantan para formular una pregunta académcia, siete son chicas" apunta Matamala.
... Lo que está claro es que el dominio temprano de la lectura y escritura -de acuerdo con una serie de informes, en estas materias, las mujeres llegan a acumular una ventaja de hasta año y medio-, contribuye poderosamente al mejor rendimiento continuado. Según el Informe Pisa 2006, las alumnas españolas aventajan en 35 puntos a los chicos en el área de escritura, lengua y comprensión lectora, frente a los nueve puntos de retraso que arrastran en matemáticas.
"Nuestro sistema educativo está en crisis, sobre todo, porque aplicamos la misma metodología a chicos y chicas, sin tener en cuenta sus notables diferencias biológicas, el dimorfismo cerebral, que explica sus distintos comportamientos" sostiene la profesora de derecho administrativo de la Universidad Carlos III, de Madrid, María Calvo Charro, autora de numerosos trabajos sobre la educación. A su juicio, "las chicas se adaptan mejor al sistema gracias a su precocidad en el habla y la escritura, mientras que los chicos adquieren mayor facilidad para el pensamiento lógico matemático y el razonamiento abstracto".
... Reconozcámoslo abiertamente: el desastre del elevado fracaso educativo español (30,8% en 2006) y el abandono escolar temprano son un asunto esencialmente masculino. Sin la abultada contribución de los varones a ese descalabro, en el que la inmigración contribuye sólo en una porción mínima, las alumnas españolas no estarían muy por debajo de la media educativa de los países de la Organización para la cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), establecida en el Informe Pisa. Y lo que tenemos,en la antesala de la sociedad del conocimiento es que más del 36% de los muchachos y el 25% de las chicas salen del sistema escolar sin ni siquiera haber cubierto la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO)...
¿Vamos a un modelo de pareja común en la que el varón es manifiestamente más iletrado que la mujer? Porque en la educación, el sexo débil es claramente el masculino... En los últimos años, el porcentaje de licenciaturas universitarias conseguido por las mujeres se sitúa en torno al 61%. Y eso, pese a que las chicas continúan estando más retrasadas en las asignaturas de matemáticas y física y que, por lo mismo, siguen mostrándose reticentes ante las carreras científico-técnicas. La Directora del Instituto de la Mujer, Rosa Perís, achaca a razones culturales esa pobre representación femenina, cercana al 30%.
... Los propios estudios del Ministerio de Educación establecen que entre los estudiantes que acaban la ESO el porcentaje de varones repetidores (49%) dobla, prácticamente, al de las mujeres (26%)...
... El porcentaje de chicas que se gradúan en la enseñanza postobligatoria (Bachillerato, en la rama académica) supera en 12 puntos al de los hombres. El 58,25% de los alumnos que se matricularon en la Universidad en 2007 fueron mujeres.
¿Qué está pasando para que este fenómeno, generalizado dentro del mundo desarrollado se produzca en nuestro país de forma bastante más acusada? Aceptando que el nivel de inteligencia es igual entre los sexos y que la escuela tiene vocación igualitaria (a diferencia en, muchos casos, de la familia y del mercado de trabajo) las explicaciones se centran, sobre todo, en la más temprana maduración física y psíquica de las mujeres. "No se puede generalizar, pero a ciertas edades, las chicas son más espabiladas" sostiene Dolores Villalba, directora de un colegio público de Primaria. "maduran antes, son más constantes y estudiosas" apunta, a su vez, Juan José Nieto, director de un instituto de Secundaria.
Encuestas llevadas a cabo en una serie de institutos muestran que en la ESO y el Bachillerato los chicos estudian una media de tres horas semanales, mientras que las chicas dedican a esa tarea alrededor de ocho...También se implican más en la clase. "De ocho manos que se levantan para formular una pregunta académcia, siete son chicas" apunta Matamala.
... Lo que está claro es que el dominio temprano de la lectura y escritura -de acuerdo con una serie de informes, en estas materias, las mujeres llegan a acumular una ventaja de hasta año y medio-, contribuye poderosamente al mejor rendimiento continuado. Según el Informe Pisa 2006, las alumnas españolas aventajan en 35 puntos a los chicos en el área de escritura, lengua y comprensión lectora, frente a los nueve puntos de retraso que arrastran en matemáticas.
"Nuestro sistema educativo está en crisis, sobre todo, porque aplicamos la misma metodología a chicos y chicas, sin tener en cuenta sus notables diferencias biológicas, el dimorfismo cerebral, que explica sus distintos comportamientos" sostiene la profesora de derecho administrativo de la Universidad Carlos III, de Madrid, María Calvo Charro, autora de numerosos trabajos sobre la educación. A su juicio, "las chicas se adaptan mejor al sistema gracias a su precocidad en el habla y la escritura, mientras que los chicos adquieren mayor facilidad para el pensamiento lógico matemático y el razonamiento abstracto".
miércoles, 8 de abril de 2009
Diferencias entre el hombre y la mujer
Esta carta fue escrita en La Voz de Galicia el 5 de abril de 2009
Son muchas las diferencias que existen entre el hombre y la mujer en tanto que seres vivos. Aunque las más visibles son, tal vez, las morfológicas, las que presentan más interés, al menos para mí, son las que tienen que ver con su respectiva actitud ante la vida.
Si tuviera que elegir una sola palabra para describir cómo va el varón por la vida, escogería la de ensimismado . Pero no porque tienda a «sumirse o recogerse en la propia intimidad», sino porque «se goza en sí mismo, se envanece, se engríe». El hombre vive mirando para sí, como si fuera un pavo real, encantado de conocerse, y sin preocuparse grandemente de todo lo que lo rodea. Lo que cae fuera de sí mismo no atrae su interés, salvo que se trate de algo que tenga que ver con él. Con esto no quiero decir que tenga cortedad de miras: ve perfectamente lo que está lejos. Lo que sucede es que no le interesa, no proyecta su mirada hacia lo que no sea su propia persona.
Tal vez este ensimismamiento del varón es el que explica algunos de sus defectos, como sus elevadas dosis de ingenuidad -rayana, a veces, en el infantilismo, que no suele perder a lo largo de su vida-, su egoísmo, y su injustificable exceso de seguridad en sí mismo. Pero es causa también de sus mejores virtudes, como la capacidad para sentir profundamente la amistad, y su habitual generosidad y valentía para las grandes cosas que no duren demasiado, como los actos heroicos.
En cambio, la mujer es, por encima de todo, observadora, mantiene constantemente una actitud vigilante sobre lo que sucede a su alrededor. Por eso, es sumamente perspicaz: con su mirada, aguda y de largo alcance, penetra con profundidad en el significado de lo que le rodea. Y lo que es más importante, lo hace de tal modo que los demás -me refiero sobre todo a los hombres porque no dejan de estar ensimismados- apenas lo advierten. La consecuencia de todo ello es que la mujer no solo se entera de lo que sucede con bastante más antelación que el varón, sino que alcanza la madurez antes y en mayor grado que este. Además, el periscopio por el que observa la vida le permite acudir rápidamente en socorro de quien la necesite y se lo merezca, con una generosidad extensa, intensa, y duradera ?-incluso para las pequeñas cosas-, digna del mayor elogio.
Pero, como en este mundo no existe ningún ser perfecto, las importantes cualidades que adornan a la mujer coexisten con algunos defectos. Precisamente, porque se da cuenta de todo, no pasa por alto con facilidad lo que considere -acertadamente, por lo general- agravios y afrentas hacia ella, o hacia sus seres queridos. Y como tales ofensas suelen ser causadas con su innata sutileza por otras mujeres más que por los toscos varones, la mujer suele estar menos habituada que el hombre para sentir amistad hacia sus congéneres, y carece de la necesaria ductilidad para llevarse bien con las demás que se van incorporando a la familia.
Son muchas las diferencias que existen entre el hombre y la mujer en tanto que seres vivos. Aunque las más visibles son, tal vez, las morfológicas, las que presentan más interés, al menos para mí, son las que tienen que ver con su respectiva actitud ante la vida.
Si tuviera que elegir una sola palabra para describir cómo va el varón por la vida, escogería la de ensimismado . Pero no porque tienda a «sumirse o recogerse en la propia intimidad», sino porque «se goza en sí mismo, se envanece, se engríe». El hombre vive mirando para sí, como si fuera un pavo real, encantado de conocerse, y sin preocuparse grandemente de todo lo que lo rodea. Lo que cae fuera de sí mismo no atrae su interés, salvo que se trate de algo que tenga que ver con él. Con esto no quiero decir que tenga cortedad de miras: ve perfectamente lo que está lejos. Lo que sucede es que no le interesa, no proyecta su mirada hacia lo que no sea su propia persona.
Tal vez este ensimismamiento del varón es el que explica algunos de sus defectos, como sus elevadas dosis de ingenuidad -rayana, a veces, en el infantilismo, que no suele perder a lo largo de su vida-, su egoísmo, y su injustificable exceso de seguridad en sí mismo. Pero es causa también de sus mejores virtudes, como la capacidad para sentir profundamente la amistad, y su habitual generosidad y valentía para las grandes cosas que no duren demasiado, como los actos heroicos.
En cambio, la mujer es, por encima de todo, observadora, mantiene constantemente una actitud vigilante sobre lo que sucede a su alrededor. Por eso, es sumamente perspicaz: con su mirada, aguda y de largo alcance, penetra con profundidad en el significado de lo que le rodea. Y lo que es más importante, lo hace de tal modo que los demás -me refiero sobre todo a los hombres porque no dejan de estar ensimismados- apenas lo advierten. La consecuencia de todo ello es que la mujer no solo se entera de lo que sucede con bastante más antelación que el varón, sino que alcanza la madurez antes y en mayor grado que este. Además, el periscopio por el que observa la vida le permite acudir rápidamente en socorro de quien la necesite y se lo merezca, con una generosidad extensa, intensa, y duradera ?-incluso para las pequeñas cosas-, digna del mayor elogio.
Pero, como en este mundo no existe ningún ser perfecto, las importantes cualidades que adornan a la mujer coexisten con algunos defectos. Precisamente, porque se da cuenta de todo, no pasa por alto con facilidad lo que considere -acertadamente, por lo general- agravios y afrentas hacia ella, o hacia sus seres queridos. Y como tales ofensas suelen ser causadas con su innata sutileza por otras mujeres más que por los toscos varones, la mujer suele estar menos habituada que el hombre para sentir amistad hacia sus congéneres, y carece de la necesaria ductilidad para llevarse bien con las demás que se van incorporando a la familia.
jueves, 2 de abril de 2009
LAS DIFERENCIAS SE ESTÁN DESDIBUJANDO
A través de Googel me ha llegado esta información. Creo que algo parecido a lo que aquí se dice lo hemos recogido en una entrada anterior.
Domingo 29 de Marzo de 2009
Información General
TENDENCIAS
Las diferencias se están desdibujando
Punto de vista. Por Mileva Pavicich - Sexóloga. Los tipos de hombres
Buscan relaciones profundas y honestas
Les gustan los hombres viriles, pero sensibles
Les seduce que sean emotivos, pero viriles
En tiempos actuales, las diferencias entre lo masculino y lo femenino se están desdibujando. Abandonamos el estereotipo del hombre duro y de la mujer sumisa, y nos lanzamos a experimentar en el ámbito de lo cotidiano, de lo íntimo y en lo social sin tantas estructuras. Elegimos por vocación, por complacernos o por tomar oportunidades, y no nos quedamos sujetos al rol.
Hoy lo masculino y lo femenino se acercan cada día más. En la actualidad, estamos frente al modelo de la mujer que es trabajadora, que aporta o muchas veces es el principal sustento del hogar, la que arregla los artefactos eléctricos y a la hora de la intimidad no repara en proponer y avanzar al hombre. Asimismo, estamos frente al hombre que puede asumir el cuidado de sus hijos, puede cocinar o leer poesía romántica y a la hora de la intimidad, es decidido y activo. Estas conductas son más entendidas como masculinas. Caer en estereotipos rígidos, nos limita tanto en un extremo como en el otro. Pero al referirnos al modelo del hombre que es sensible, cariñoso, tierno, comprensivo, nos referimos a los aspectos femeninos del hombre, que pueden estar más o menos desarrollados y “esto no hace tambalear su identidad sexual”.
En un mundo de violencia, de falta de cuidado por las relaciones humanas, de materialismo y consumismo, la mujer busca cada vez más este perfil del hombre reconciliado con su lado femenino, quizás respondiendo al modelo del hombre “ideal” que se construye internamente., tal vez como síntoma de la enfermedad que estamos padeciendo como humanidad: la violencia.
Desde el puntote vista de la sexualidad, el hombre afectuoso, detallista, suave y sensible, es sin duda el amante favorito del género femenino, el que acompaña a la mujer, la respeta y espera en sus tiempos, dejando de lado su sentido de practicidad y su capacidad de tener sexo sin que se involucren tanto sus emociones. Es el requisito que muchas, casi todas las mujeres, desean encontrar en su amante. Esto no quita que sea apasionado y hábil; por el contrario, cuanto más espera a su compañera, tiene más posibilidades de que ella se apasione al igual que él. Consejo para tener en cuenta.
Domingo 29 de Marzo de 2009
Información General
TENDENCIAS
Las diferencias se están desdibujando
Punto de vista. Por Mileva Pavicich - Sexóloga. Los tipos de hombres
Buscan relaciones profundas y honestas
Les gustan los hombres viriles, pero sensibles
Les seduce que sean emotivos, pero viriles
En tiempos actuales, las diferencias entre lo masculino y lo femenino se están desdibujando. Abandonamos el estereotipo del hombre duro y de la mujer sumisa, y nos lanzamos a experimentar en el ámbito de lo cotidiano, de lo íntimo y en lo social sin tantas estructuras. Elegimos por vocación, por complacernos o por tomar oportunidades, y no nos quedamos sujetos al rol.
Hoy lo masculino y lo femenino se acercan cada día más. En la actualidad, estamos frente al modelo de la mujer que es trabajadora, que aporta o muchas veces es el principal sustento del hogar, la que arregla los artefactos eléctricos y a la hora de la intimidad no repara en proponer y avanzar al hombre. Asimismo, estamos frente al hombre que puede asumir el cuidado de sus hijos, puede cocinar o leer poesía romántica y a la hora de la intimidad, es decidido y activo. Estas conductas son más entendidas como masculinas. Caer en estereotipos rígidos, nos limita tanto en un extremo como en el otro. Pero al referirnos al modelo del hombre que es sensible, cariñoso, tierno, comprensivo, nos referimos a los aspectos femeninos del hombre, que pueden estar más o menos desarrollados y “esto no hace tambalear su identidad sexual”.
En un mundo de violencia, de falta de cuidado por las relaciones humanas, de materialismo y consumismo, la mujer busca cada vez más este perfil del hombre reconciliado con su lado femenino, quizás respondiendo al modelo del hombre “ideal” que se construye internamente., tal vez como síntoma de la enfermedad que estamos padeciendo como humanidad: la violencia.
Desde el puntote vista de la sexualidad, el hombre afectuoso, detallista, suave y sensible, es sin duda el amante favorito del género femenino, el que acompaña a la mujer, la respeta y espera en sus tiempos, dejando de lado su sentido de practicidad y su capacidad de tener sexo sin que se involucren tanto sus emociones. Es el requisito que muchas, casi todas las mujeres, desean encontrar en su amante. Esto no quita que sea apasionado y hábil; por el contrario, cuanto más espera a su compañera, tiene más posibilidades de que ella se apasione al igual que él. Consejo para tener en cuenta.
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